Richard Remme, de 51 años y residente de Fort Dodge, le dijo a la policía que estaba jugando en el sofá con su perro, Balew, y lanzó al animal para quitárselo del regazo.
Remme señaló que el perro, una cruza de pitbull y labrador, debió desactivar el seguro del arma que llevaba en una faja y pisar el gatillo cuando le saltó encima nuevamente.
El hombre no se había dado cuenta que estaba herido hasta que vio sangre en su pantalón. "¡El perro me disparó!", exclamó.
"Me estoy mirando para ver por dónde entró la bala, y veo que me dio en la pierna. En ese momento llamé al 911", dijo.
El arma se disparó y le dio a Remme en una pierna. Recibió atención en un hospital de donde salió horas más tarde.
Remme le dijo al diario The Messenger que Balew es "un llorón" que se quedó a su lado y lloró porque pensaba que había hecho algo malo.
La policía de Forte Dodge declaró que el hombre tiene licencia para portar armas y que su caso es uno de los casos más extraños que han tratado.
"He escuchado de personas que se les cae el arma y se les dispara cuando golpea en el suelo o que están jugando con la pistola y se les acciona accidentalmente; sin embargo, nunca escuché una historia como la de este hombre y su perro", dijo Roger Porter, jefe de la Policía en Fort Dodge.
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