Este martes se reportó que la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) sacó de servicio al menos seis autobuses públicos en varias rutas en la Gran Manzana, tras reportarse la presencia de la plaga en sus interiores.
Conductores de estos transportes le indicaron a ABC7 que en las pasadas tres semanas habían descubierto la plaga en sus vehículos, y señalaron que esto podía deberse a la reducción de las fumigaciones regulares que antes se hacían a los transportes.
“Esto es lo más que he visto este año”, dijo a ese medio el conductor Michael Enriquez, en referencia a la cantidad de insectos, agregando que “usualmente nunca se ve que las unidades tengan que ser sacadas de servicio por los chinches. Parece ser una epidemia que se está extendiendo”.
Y aunque la MTA no ha confirmado la presencia de los ‘bed bugs’ dentro de los transportes, ni ha dado detalles sobre cuáles son las rutas afectadas, sí informó que había sacado de servicio por lo menos seis autobuses como “medida de precaución”.
Las unidades fueron aisladas el lunes en el depósito de autobuses de Kingsbridge en Inwood, donde serían objeto de una intensa inspección por parte de expertos en eliminación de plagas. Y para que no hubiera confusión sobre cuáles son las unidades que necesitan ser desinfectadas, la MTA pintó en los vidrios la palabras “Bed Bugs”, tal como lo muestra esta foto de ABC7.
Chinches el Subway
Esta no es la primera vez que se reportan chinches en el transporte público de la Gran Manzana. En julio de 2014 se informó sobre la presencia de ‘bed bugs’ en vagones del tren N, lo que obligó a la MTA a sacar de circulación a varios trenes de esa línea.
Y aunque en esa oportunidad los vagones fueron fumigados en los estacionamientos de la MTA, un mes más tarde, en agosto, se volvió a repetir la situación, pero en esa ocasión fue incluso peor, porque un conductor dijo que había sido mordido por uno de esos insectos, mientras cubría la ruta en dirección a Coney Island.
En la infestación del 2014 se reportó que los insectos habían sido encontrados en las sillas acolchonadas de las cabinas, donde los motoristas y los conductores se sientan.
Además, el 9 de agosto de ese mismo año, reportes de prensa informaron que un tren de la línea 5 también había sido sacado de servicio luego de que un usuario vio un chinche que caía de un hombre desamparado.
Un portavoz de la MTA dijo en ese momento que no podían revisar a los usuarios a ver si tenían chinches antes de abordar los trenes.
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