"Estamos viendo que los homicidios, por ejemplo, están en aumento; pero no solo eso, sino que los asesinatos se dan con una violencia mucho mayor", explicó Jessica Guadalupe Estévez, doctora del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) de Ciudad de México.
Según el último informe del centro de estudios brasileño Igarápe Institute sobre seguridad ciudadana publicado en abril pasado, la región de América Latina es la más violenta del mundo.
El documento revela que la tasa de homicidios en la región es de 21,5 por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la tasa global de 7 por cada 100.000 personas.
En tanto, uno de cada cuatro asesinatos en el mundo en 2016 se produjeron en Latinoamérica, en concreto en cuatro países: Brasil, México, Venezuela y Colombia.
En México, de acuerdo con las últimas cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, julio pasado fue el mes más violento en 21 años, con 2.599 homicidios dolosos.
"Eso podemos verlo reflejado en el Incifo, donde se estima un incremento en la violencia desde 2011 a la fecha de 10 % anual. Y mientras en 2016 la carga de trabajo aproximada era de 5.000 cadáveres, en 2017 aumentó a 6.300 cadáveres, lo cual es preocupante", aseveró Estévez.
Explicó que el nivel de violencia que se presenta en los homicidios, y en particular de los feminicidios, refleja el nivel de odio que tienen las personas que los cometen.
"Sin duda, la neurosis tiene que ver mucho con esto porque la gente ya no sabe cómo controlar sus emociones, ni cómo enfrentar que alguien tenga más que ellos, ni cómo dejar de sentirse inferiores al resto de la gente", indicó la especialista.
Entonces, dijo, la gente expresa su neurosis a través del odio, la represión, la tristeza y la ira.
Por su parte, la psicóloga Nashelly Guadarrama señaló que el incremento de la violencia se ha dado en ambos géneros y la principal raíz de esto ha sido la familia.
"Hoy en día se debe trabajar desde el hogar. Si los hijos no saben controlarse es porque seguramente los padres rompen en crisis rápidamente, no saben administrar sus emociones", explicó.
La especialista dijo que ahora los niños tienen padres ausentes y por ello encuentran en el celular o internet su refugio.
"Ahí es donde se detona la situación de violencia, porque los pequeños necesitan atención de los padres y si ellos no están disponibles para sus hijos, entonces demostrarán conductas violentas", dijo.
Pero la violencia es solo una de las tantas consecuencias que puede tener la neurosis, un padecimiento que se estima afecta a 95 % de la población mundial.
"El problema es el estigma. Mucha gente no atiende la neurosis porque ello suele ser sinónimo de locura, pero eso no es cierto", aseveró la doctora Estévez.
En México, se estima que cerca de 15 millones de personas padecen neurosis, 65 % de ellas son adultos, 20 % jóvenes de entre 14 y 18 años y 15 % niños de 6 a 13 años.
De acuerdo con Paulo César Sánchez García, gerente de la sociedad civil Neuróticos Anónimos, esta condición mental y emocional se manifiesta con síntomas como morderse las uñas, jalarse el cabello, dolor de cabeza, angustia, desesperación, insomnio y hasta tendencias suicidas.
"La conducta de una persona puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de los límites sociales aceptables, pues la personalidad no está desorganizada y se manifiesta en todos los ámbitos: laboral, familiar y escolar", dijo.
Con el fin de crear conciencia sobre este padecimiento los próximos 3 y 4 de noviembre se celebrará la Tercera Convención Nacional de Neuróticos Anónimos, en Ciudad de México.
@listin