La circulación vehicular es normal y los escolares y estudiantes universitarios retornaron a sus centros de estudios, mientras las calles y avenidas se llenaron de trabajadores informales.
El paro afectó a catorce provincias y fue matizado por enfrentamiento entre policías manifestantes que incendiaban neumáticos, arrojaban basuras a las vías públicas y, en algunas ciudades, saqueaban negocios.
El Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) calificó la protesta de exitosa y destacó que más del 95 % del transporte de pasajeros fue paralizado, al igual que la docencia y la actividad comercial.
Aseguró que la respuesta al llamado a huelga regional fue contundente, pese al despliegue de militares y policías.
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