La estatua de cobre se erige hasta los 151 pies de altura como un símbolo de acogida en la bahía de la ciudad de Nueva York desde 1886. En una mano porta una antorcha, y en la otra una tablilla con la fecha de la independencia estadounidense (4 de julio de 1776).
Durante los actos organizados para sufragar su construcción (fue un regalo de Francia a Estados Unidos), la poetisa neoyorquina Emma Lazarus escribió un soneto, titulado “El nuevo coloso”, que se ha identificado desde entonces con la estatua y figura inscrito en una placa en su museo.
Incluye los versos (en inglés): “Dadme a vuestros exhaustos, a vuestros pobres / a vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad”.
Esta mañana, en una entrevista para la radio pública, Cuccinelli ha citado este poema de esta manera: “Dadme a vuestros exhaustos y a vuestro pobres que puedan mantenerse sobre sus pies y no se convertirán en una carga pública”.
Cuccinelli ha tratado de justificar así la nueva regla publicada ayer por el Gobierno que preside Donald Trump, y que a partir del 15 de octubre restringirá los visados y permisos de residencia a aquellos inmigrantes que las autoridades consideren que pueden necesitar de ayudas públicas (seguro médico, alimentos, escuela, etcétera).
“Invitamos a la gente a venir aquí y unirse a nosotros como un privilegio”, ha explicado, “no todo el mundo tiene derecho a ser estadounidense”.
Cuccinelli (que tiene familiares inmigrantes italianos) es ex fiscal general de Virginia, y antes de ser designado por Trump al frente de USCIS (aún no ha sido confirmado por el Senado) ya había hecho antes declaraciones polémicas.
Así, por ejemplo, comparó la política migratoria con la exterminación de ratas y otras pestes; calificó de “invasión” la llegada de inmigrantes; intentó quitar a los hijos de inmigrantes indocumentados el derecho a la ciudadanía pese a haber nacido en Estados Unidos (una idea inconstitucional también defendida por Trump); y se mostró a favor de permitir a los empresarios despedir a los trabajadores que no hablen en inglés en su empleo.
Además, hizo comentarios derogatorios contra mujeres; criticó la homosexualidad, defendiendo que se convierta en delito la sodomía; y cuestionó el derecho al aborto(reconocido por la Corte Suprema).
Su predecesor en el cargo, L. Francis Cissna, cambió la declaración sobre la misión de USCIS para que no describiera a Estados Unidos como “una nación de inmigrantes”.
@eldiariony