El caso más reciente de esta práctica en animales se hizo viral en las redes sociales el día de ayer. Juan Diego Félix, oriundo del municipio de Las Charcas en Azua, decidió pintar a su perro de azul para quitarle la sarna.
Esta acción causó la indignación de la sociedad que de inmediato pidió la intervención de la justicia ante lo que llamaron un abuso en contra de animal. El hombre fue arrestado por la policía de su localidad.
En declaraciones a la prensa Félix dijo que su intención “nunca fue lastimar al animal, ya que ese perro es mío y no le haría daño”.
Pero, ¿qué tan efectivo es el uso de estos remedios caseros en las mascotas?
Según explicó a Diario Libre el médico veterinario Edwin Munir Díaz, el uso de pintura o aceite quemado en los animales puede curar la sarna, pero genera otros problemas en la piel.
“La sarna es un parásito que se aloja en los poros de los perros. Como ser vivo este necesita respirar, es por eso que al pintar al animal o ponerle aceite quemado, se le están tapando los poros al perro y por consiguiente ahogando el parasito. Pero este tipo de remedios caseros puede generar otros problemas en la piel de los animales, producto del plomo que posee la pintura, entre otros elementos”, dijo el veterinario.
Dijo que en el mercado existen diversos productos recomendados para este tipo de problemas que son muy económicos. Entre ellos citó shampoos e inyecciones que se pueden conseguir con facilidad en tiendas veterinarias.
La sarna
La sarna es una enfermedad cutánea producida por diferentes especies de ácaros, pequeños artrópodos que en la mayoría de los casos son inocuos. Algunos se encuentran en el polvo, otros en la vegetación, y una parte son parásitos, es decir, necesitan un hospedador del que dependen para poder subsistir. En este último grupo se encuentran los ácaros de la sarna, que están presentes en todo el mundo y en cualquier época del año, e infectan a un gran número de especies animales, incluyendo los de compañía, como perros, gatos o conejos, y al ser humano. Se asientan en la piel y se alimentan de restos de células epiteliales, queratina y sebo.
Cómo se contagia
La sarna es considerada una zoonosis, una enfermedad de los animales potencialmente transmisible al ser humano, aunque solo determinados tipos de sarna son contagiosos.
La forma de transmisión más habitual es el contacto directo con un animal afectado o por medio de fómites infectados (mantas, juguetes, cepillos). Aunque su sintomatología puede ser muy molesta, muchas formas de sarna son localizadas, incluso remiten espontáneamente en unos días, y en caso necesario hay tratamientos medicamentosos eficaces frente a ella, tanto para los animales como para los humanos.