Evarista Turbí, nativa de Polo, Barahona, come por la caridad de sus vecinos, quienes claman porque las autoridades acudan en auxilio de esta mujer que está en enferma y necesita, no solo atenciones médicas, sino también protección económica y social.
Tiene los pies hinchados y de ellos bota un líquido fétido. Luce descuidada y sin mucha higiene.
Habita en un maloliente apartamento que, según contó su vecino Julito Polanco, pertenece a una iglesia adventista del sector.
Turbí relató que se dedicaba a pedir limosna en las calles, pero que hace tres meses se enfermó y no ha podido volver a salir a buscar su comida. “Yo caminaba mucho buscándome mi comida en Villa Consuelo, en Los Guandules, pero ahora no tengo nada”, se lamentó.
Por momentos se irrita y reacciona molesta, sobre todo cuando algunos vecinos le dicen que hay que llevarla a un hospital o un hogar de ancianos, porque no quiere que la saquen de su entorno. Espera que la atiendan en la casa, que le lleven medicamentos y comida.
Cabizbaja, contó al equipo de Listín Diario que sus padres y la abuela que la trajo a la capital desde Polo, siendo niña, ya murieron, y que como nunca se casó, ni tuvo hijos, ahora está sola.
Sus vecinos son quienes le pasan comida y la protegen de los delincuentes, que solían entrar a la vivienda para robarle lo poco que conseguía cuando podía salir a pedir.
Aunque inicialmente dijo que no tiene familiares, en un momento que inclinó la cabeza, refirió que me parezco a una hermana suya. Entonces, fue ahí cuando indicó que tiene dos hermanas de padre, Evangelina y Edinora, pero que no sabe dónde viven. Cree que están en Polo.
Aunque los vecinos dicen que la señora tiene más de 80 años, ella no recuerda su edad, y señaló que nunca fue declarada, por lo que tampoco tiene cédula. ? Evarista Turbí, nativa de Polo, Barahona, come por la caridad de sus vecinos en el sector María Auxiliadora, en el Distrito Nacional.
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