martes, 21 de enero de 2020

Devoción a La Altagracia trasciende la frontera dominicana


La devoción por la Virgen de la Altagracia trasciende la frontera dominicana y, por diversas motivaciones, extranjeros la asumen como una de sus advocaciones favoritas que se manifiesta cada 21 de enero con peregrinaciones a su santuario de Higüey, provincia La Altagracia.

Este martes miles de dominicanos y extranjeros acuden a la Basílica a venerar a la madre de Dios, algunos a “agradecer favores recibidos”, en sacrificio por mejoría de la salud, la economía, por la solución de problemas familiares o simplemente por tradición o costumbre que se transmite de generación en generación.

Haitianos, puertorriqueños, arubeños, curazoleños, españoles, estadounidenses y de otras nacionalidades tienen por costumbre acudir al santuario construido durante 17 años e inaugurado por el entonces presidente Joaquín Balaguer, devoto de la virgen, el 21 de enero de 1971 bajo el mandato del primer obispo de la diócesis, monseñor Juan Félix Pepén, fallecido en julio de 2007.




Parte del ritual de los peregrinos es tocar el recuadro de la virgen y para lograrlo hay que hacer una larga fila que se inicia en la madrugada y concluye con los actos, que por lo regular es una procesión por el municipio Salvaleón.

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