viernes, 27 de marzo de 2020

Varias vacunas contra el coronavirus empiezan la fase de desarrollo clínico: ¿por qué tardan tanto tiempo?


Axel Schmidt / Reuters

Varias compañías farmacéuticas internacionales han anunciado en las últimas semanas avances en el desarrollo de sus respectivas vacunas contra el nuevo coronavirus, mientras que el número de casos registrados de infectados a nivel mundial superó este 26 de marzo los 500.000.

Sin embargo, debido a varios factores, sería prematuro afirmar que se acerca el fin de la pandemia del covid-19.

Un largo camino
Una nueva vacuna debe pasar por varias etapas de desarrollo y luego, antes de salir al mercado, por un paulatino proceso de aprobación. De acuerdo con los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el desarrollo de una vacuna tiene cinco etapas generales:

Etapa exploratoria
Etapa preclínica
Desarrollo clínico (tiene tres fases)
Revisión reglamentaria y aprobación
Fabricación
Control de calidad

De acuerdo con una lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicada el pasado fin de semana, al menos 41 instituciones y empresas están trabajando en busca de la vacuna contra el coronavirus.

Además de China —donde se originó la epidemia—, en el desarrollo de la vacuna están trabajando EE.UU., Israel, España, Rusia, entre otros países. Así, en Reino Unido, más de 20.000 voluntarios se mostraron interesados en participar en unos experimentos del grupo de investigación clínica hVIVO en Londres para ayudar a desarrollar una vacuna.

La mayoría de las empresas aún están en la etapa preclínica. No obstante, algunas instituciones ya han pasado a la primera fase de ensayos clínicos. 

Los avances más notables


El pasado 16 de marzo, el Kaiser Permanente Washington Health Research Institute (EE.UU.) anunció el inicio de la primera fase de un ensayo clínico en personas.

Un grupo de voluntarios de entre 18 y 55 años recibieron varias dosis de la vacuna experimental mRNA-1273 para que los especialistas puedan evaluar la cantidad correcta que se debería suministrar en el futuro.

Las personas que forman parte de esta primera fase están siendo evaluadas constantemente para detectar posibles efectos secundarios, al mismo tiempo que se les están realizando análisis de sangre para determinar si la vacuna está acelerando su sistema inmunológico.