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Nueva York, que se ha detenido para detener la pandemia de coronavirus, podría comenzar a reabrir la fabricación y la construcción después del 15 de mayo, anunció este domingo el gobernador Andrew Cuomo.
Sin embargo, el funcionario dijo que cualquier flexibilización de las medidas tendría lugar primero en el norte del estado y no en la región metropolitana de la ciudad de Nueva York, de lejos la zona más afectada por el brote en Estados Unidos.
“Las regiones que tendrían más posibilidades de abrir más pronto serían las regiones del norte del estado”, manifestó Cuomo a los periodistas. “La parte baja del estado de Nueva York será más complicada”.
Además, indicó que cualquier posible reapertura de la ciudad de Nueva York, la ciudad más poblada del país, podría necesitar ser coordinada con las autoridades de los estados adyacentes de Nueva Jersey y Connecticut.
El cierre del estado de Nueva York decretado por Cuomo expirará el próximo 15 de mayo. Bajo un plan de reapertura, los primeros sectores serían la construcción y la manufactura.
Cuomo reconoció que el estado está operando con una advertencia: “No hagas nada que vaya a traer gente de todas partes”.
El gobernador demócrata pidió un retraso de dos semanas antes de la próxima etapa de reapertura, que incluiría la mayoría de las oficinas, para asegurar que la primera fase no desencadene un resurgimiento del virus.
Subrayó, no obstante, que cualquier decisión final estaría condicionada a una disminución de las hospitalizaciones de COVID-19 entre este domingo y el 15 de mayo.
El estado informó el domingo de 367 muertes en las 24 horas previas, el número más bajo desde el 30 de marzo, cuando murieron 332 personas.
El coronavirus mató ya a 16.966 personas en el estado de Nueva York, lo que representa alrededor de un tercio de las muertes en los Estados Unidos.
Para reabrir, los negocios tendrán que presentar a las autoridades de Nueva York planes que demuestren que están garantizando la sanidad para reducir el riesgo de transmisión del virus.
Cuomo dijo que no podrá haber un retorno a la normalidad a gran escala hasta la reapertura de las escuelas, lo que permitiría a los padres trabajar fuera de casa.