miércoles, 8 de abril de 2020

El régimen chino hizo desaparecer a un magnate que cuestionó a Xi Jinping por el manejo del coronavirus


Reuters

El régimen chino continúa mostrando al mundo sus peores caras: por un lado, un manejo irresponsable y tardío del brote del coronavirus, epicentro de la pandemia que ya se cobró la vida de más de 83 mil personas alrededor del planeta en apenas tres meses; por el otro, una feroz persecución de aquellos que alcen la voz por la administración de la crisis viral que realizó el gobierno de Xi Jinping.

Al hombre más poderoso de China no le tiembla el pulso al momento de hacer rugir el castigo. Médicos, enfermeros, científicos, periodistas y blogueros fueron censurados por la maquinaria represiva del Partido Comunista Chino (PCC) y obligados a retractarse. Hasta aquellos que advirtieron sobre un nuevo tipo de cepa similar al SARS fueron reprimidos para que no continuaran con las malas noticias que enfurecían al patrón. Su voz hubiera podido evitar la catástrofe sanitaria y humana que se padece en la actualidad.

Pero no sólo con los más terrenales se involucra el régimen. Ren Zhiqiang (69 años), uno de los hombres más poderosos del sector de los bienes raíces y con nexos anteriores a la cúpula del poder, cuestionó la gestión que Jinping hizo de la epidemia nacida en Wuhan y la falta de alertas tempranas que emitió su gobierno para evitar su expansión internacional. Lo llamó “payaso” y fue desaparecido. Nadie sabe dónde se encuentra aunque algunos sospechan que podría estar en una prisión cercana a Beijing.

Había escrito un extenso ensayo el pasado 23 de febrero en el cual cuestionó punto por punto el manejo hecho de la crisis del COVID-19 y la falta de respuesta eficiente del aparato estatal. En él comparó a Jinping con un “payaso que sin ropa estaba todavía decidido a ser emperador”. 



“Cuando no hay medios para representar a la gente e informar sobre la situación real, solo nos quedan personas que pierden la vida por el virus y el daño colectivo del sistema político gravemente enfermo como resultado”, escribió con valentía Zhiqiang, sabiendo que sus palabras tendrían consecuencias sobre su vida. Sobre todo, teniendo en cuenta que por una declaración similar había sido detenido en 2016.