“Los internos están debidamente preparados para la confección del producto como resultado de los entrenamientos que reciben a través de los talleres de producción a los que son integrados dentro de los programas de regeneración y reinserción social que se imparten en los Centros de Corrección y Rehabilitación”, precisa la comunicación enviada por la Procuraduría.
Además, justificaron que la capacitación de los privados de libertad constituye uno de los ejes fundamentales para su regeneración, razón por la cual además de las terapias ocupacionales, también reciben distintos programas educativos, incluyendo desde la alfabetización hasta la educación básica y media, además de que tienen la oportunidad de ingresar a carreras universitarias en distintos centros de estudios superiores.