Asimismo, esta institución predice una probabilidad del 60% de una temporada por encima de lo normal, un 30% de una casi normal y solo una probabilidad del 10% de una baja, teniendo en cuenta que una temporada de huracanes promedio produce 12 tormentas con nombre, de las cuales 6 se convierten en huracanes, incluidos por lo menos tres importantes.
El rango probable reportado puede variar de 13 a 19 tormentas con nombre (vientos de 39 mph o más), con la posibilidad que 6 a 10 de estas se conviertan en huracanes (vientos de 74 mph o más), incluidos 3 a 6 huracanes mayores (categoría 3, 4 o 5, con vientos de 111 mph o más).
NOAA asegura que dichos rangos poseen un 70% de confianza.
De acuerdo con la predicción del NOAA, este diagnóstico se debe a una combinación de varios factores climáticos, por las condiciones de la Oscilación del Sur de El Niño (ENOS, por sus siglas en inglés)
Actualmente se espera que la ENOS permanezca neutral o se incline hacia el fenómeno climático conocido como “La Niña”, lo que significaría que El Niño no estará presente para suprimir la actividad de huracanes.
De igual forma afirman que las temperaturas cálidas por encima del promedio de la superficie del mar en el Océano Atlántico tropical y el Mar Caribe, junto a una cizalladura vertical del viento reducida, vientos alisios tropicales del Atlántico más débiles y un mayor monzón proveniente de África occidental son otros factores que contribuyen a la alta probabilidad de una temporada por encima de lo normal.
Asimismo, el NOAA aseveró que condiciones parecidas han producido temporadas más activas desde que comenzó la actual era de alta actividad en 1995.
@listin