Dalton Herrera
Santo Domingo, RD
Son las 9:00 de la noche de este viernes y la verja pesada del toque de queda cae en la capital como cuando los portones corredizos de los colmados golpean el suelo a la hora del cierre.
Pero no todas las entradas a las noches paganas se cierran. Hay lugares donde sus dueños hacen caso omiso a las medidas dictaminadas para prevenir el Covid-19 y utilizan métodos engañosos para despistar a las autoridades.
Un oficial de la Policía Nacional contó a LISTÍN DIARIO las distintas modalidades que utilizan los responsables de realizar fiestas clandestinas durante el toque de queda.
"Más o menos nosotros le tomamos la señal. Casi siempre hay dos o tres personas bebiendo (alcohol) en la acera con la puerta de una vivienda abierta para hacer creer que ellos viven ahí. A veces es cierto que viven ahí pero de antemano ya eso sería un buen punto referencial para saber que cerca de ahí existe un lugar clandestino de reuniones o juntes", explica el oficial.
Añade que así como se descubrió recientemente que disfrazan las fachadas externas de los bares por iglesias o sitios que nadie imaginaría que sería un antro de perdición, de esa misma forma las autoridades le tienen pisando los talones.
"Nosotros siempre revisamos las barberías ya que son puntos bastante comunes para que se hagan fiestas clandestinas. Quizás no sean tan numerosos como en un local grande donde se infiltren artistas y eso, pero sí pueden abarcar un gran número de personas que pueden resultar afectadas por esta pandemia", indica.
Otro tipo de modalidad son las convocatorias que se hacen por Internet para asistir a un domicilio cualquiera y montar una fiesta tipo discoteca.
"Ellos intentan camuflar las fiestas clandestinas por reuniones caseras. Sin embargo se presentan artistas y se comercializan bebidas alcohólicas. Nosotros nos damos cuenta en muchas ocasiones porque las mismas personas suben sus videos en las redes sociales", manifiesta el policía.
Periodistas del LISTÍN DIARIO hicieron un recorrido por la Zona Colonial donde se pudo constatar que en varias esquinas de las calles Palo Hincado y Meriño se reunían de manera sospechosa varios individuos con las mismas características que señala el agente policial.
No obstante, no se pudo confirmar si se tratara de alguna fiesta clandestina ya que ninguno de los vecinos que estaban en sus alrededores quiso hablar con la prensa.
De igual forma, se pudieron ver varias patrullas que constantemente cruzaban por esos lugares y no hicieron ningún tipo de operativo. De hecho, en varias ocasiones le pasaron por el lado a los individuos que estaban en la acera y ni siquiera intentaron hablar con ellos, a pesar de que estaban violando el toque de queda.
La semana anterior, las autoridades desmantelaron varias fiestas clandestinas, especialmente en varios municipios de Santiago, donde una de ellas se hacía en un bar disfrazado de iglesia pentecostés.
La más reciente fue en Gurabo, donde apresaron a 32 personas que participaban de la celebración.
El otro bar clandestino llamado la “Iglesia Pentecostés, camino de santidad de Los Platanitos” era en realidad un local de nombre “El Juidero” donde diariamente había fiesta hasta el amanecer, violando el horario del toque de queda.
En un audiovisual se muestra como el local, cerrado con un portón metálico y un letrero que alegaba ser una supuesta iglesia, fue intervenido por la Policía Nacional, descubriendo en su interior decenas de hombres, mujeres, bebidas alcohólicas, hookas y otros elementos propios de un club nocturno de entrenamiento.
El portón metálico, según dijo un coronel de la Policía que estaba a cargo de la operación, fue impactado y una parte destruido para el ingreso de los agentes.
Mientras que en Tamboril fueron arrestadas un total de 40 personas por participar en una “fiesta clandestina” y violar el toque de queda.
Entre los detenidos estaban los exponentes de música urbana Shelow Shaq (José Luis Peralta) y Musicólogo (Ygnacio Alberto Santiago), así como a varios músicos de Omega, quienes estaban prestos a armonizar la fiesta mientras que Michael Miguel Holguín fue señalado como el animador de la actividad.