Lamento que algunos malos dominicanos hablen mal del arro-habichueli-carne, el más excelso producto de la historia patria, desde antes de Duarte. Hasta hay clasemedieros que no admiten que ayer comieron arro-habichueli-carne, mientras los de abajo aducen la carestía de la vida que impone la pandemia. Protesto contra esa negación de la identidad dominicana, y confieso (contra el menú rimbombante de guisos y salsas raras) que no hay cosa mejor que una buena “Bandera Dominicana”, especialmente si hay con-con revuelto en el caldero de la salsa... (Bueno, si es que el salario alcanza para comprar la encarecida carne).