Reuters
Los países ricos, que representan al 16 % de la población mundial, se han hecho con el 60 % de las vacunas del mundo para prevenir la propagación del coronavirus en sus territorios, según un cálculo compartido por el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, en una entrevista publicada este lunes.
El jefe de la diplomacia china tachó esta situación de "nacionalismo de vacunas", un fenómeno contra el que propuso "resistir conjuntamente" junto a otros países de Asia-Pacífico, al tiempo que prometió luchar por eliminar la "brecha inmunológica" abierta con las naciones más vulnerables económicamente.
Según el canciller, el número de dosis que algunos países desarrollados han pedido es "de dos a tres veces la población de esas propias naciones", mientras que "muchos países en desarrollo se enfrentan a una grave carencia de vacunas" y algunos "incluso tienen dificultades para encontrar una sola dosis".
Wang afirmó que "en la carrera contra el virus ya hemos superado la primera mitad (del camino), que se enfocó en la prevención y el control de epidemias", y defendió que la cooperación es especialmente necesaria "en la segunda mitad", centrada precisamente en la vacunación de la población.
El ministro chino señaló que Pekín ha brindado asistencia en vacunas a más de 80 países y tres organizaciones internacionales. El gigante asiático está exportando vacunas de producción nacional a más de 40 países, mientras que coopera en la investigación y el desarrollo de nuevos antígenos con más de una decena de naciones, detalló.
El domingo 4 de abril, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció que China donará al país centroamericano 150.000 dosis del preparado de la biofarmacéutica Sinovac Biotech, un número que se sumará a los dos millones de dosis ya adquiridas por el Ejecutivo salvadoreño.