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Hunter Biden, hijo del actual presidente de EE.UU., Joe Biden, admitió este domingo en una entrevista con CBS News que cuando era adicto al crack de cocaína fumaba hasta queso parmesano, porque se parecía a la droga.
"Pasé mucho tiempo sobre mis manos y rodillas, hurgando en las alfombras, fumando cualquier cosa que se pareciera remotamente a la cocaína crack. Probablemente fumé más queso parmesano que cualquier otra persona", declaró Biden.
"Una vez pasé 13 días sin dormir, fumando crack y bebiendo vodka, exclusivamente, durante todo ese tiempo", reveló al hablar sobre lo que fue su relación con las drogas.
Su adicción era tan grave que requirió la intervención del padre. "Una vez vino a mi apartamento [...] Eso tuvo lugar cuando él era vicepresidente, por lo que abandonó el Servicio Secreto y encontró la manera de llegar a mi casa [...] Y yo dije, '¿Qué estás haciendo aquí?'. Él dijo: 'Cariño, ¿qué estás haciendo?'. Le repliqué: 'Papá, estoy bien'. Él dijo: 'No estás bien'", contó Hunter.
Su confesión es consistente con lo que Biden narra en un libro de memorias próximo a difundirse, denominado "Cosas hermosas" ("Beautiful Things", en inglés), y dedicado a los episodios más controvertidos de su vida personal. El título es una frase que él y su hermano mayor, Beau (muerto en 2015), compartieron para recordarse uno a otro sus momentos más memorables.