jueves, 22 de julio de 2021

Ganan 187 millones de euros y acaban divorciados y sin familia

Adrian y Gillian Bayford eran una pareja de Reino Unido que en 2012 ganó el mayor premio de lotería repartido nunca en el Reino Unido. Apostaron dos libras a un boleto del sorteo de Euromillones y resultó ganador con el bote de 187 millones de euros, unos 148 millones de libras. En su primera entrevista a los medios contaron el momento de felicidad por el que atravesaban y cómo habían podido ayudar a sus familiares con algunas deudas. 


La pareja se compró una casa nueva, varios coche de lujo y viajaron por todo el mundo en primera clase, pero el dinero acabó por destrozar su matrimonio y sus vidas. 15 meses después de convertirse en multimillonarios la pareja decidió separarse debido a diversas infidelidades, tal y como explicó Gillian "no hemos tenido nada de tiempo para pasar en pareja". "El dinero está supuestamente para hacer a todo el mundo feliz, pero convierte a la gente en personas exigentes y codiciosas", añade Gillian y se muestra muy enfadada con su familia. "Les he dado dinero, casas y coches, pero siguen queriendo más. Mi padre me ha dicho abiertamente que quiere controlar mis negocios y quedarse la mitad de mi dinero".


El matrimonio pagó deudas familiaras y comprarles a todos casas y coches, pero su familia no se lo agradeció. no fueron invitados a la boda de su hermano, y desde hace años cuando dejaron de darles dinero, ni les llaman ni se hablan. "Me tocó el Euromillones, le di a mi familia 25 millones y ahora ni me hablan". 



Ambos, han rehecho su vida con segundas personas, pero en lo económico no han levantado cabeza. Adrian de momento tiene una tienda de discos de segunda mano, pero Gillian tuvo que cerrar el negocio que compró con el dinero de Euromillones, una cafetería que acabó quebrando y dejando sin trabajo a 21 personas.



Los expertos aseguran que no es un caso excepcional. "El 70% de las personas que se hacen ricas en un corto periodo de tiempo se terminan arruinando en menos de cinco años», corrobora el profesor de finanzas del ESIC, Francisco Isidro. 


AP