“La responsabilidad más grande que nos queda sobre los hombros es la de no manchar nunca el legado de mi papá”.
Santo Domingo.- Con estas palabras Jandy Ventura, hijo del Caballo Mayor Johnny Ventura, quien murió de un infarto en la tarde del miércoles, inició unas breves declaraciones a medios de comunicación nacional e internacional, antes de entrar al velatorio privado realizada ayer desde las 2:00 de la tarde, en uno de los salones de la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
Notoriamente afectado, a la pregunta de si pudiera decirle unas últimas palabras a su padre, cuáles serían, manifestó: “Le diría que con su muerte se me fue mi vida”.
Aclarando que su padre no tenía problemas de salud que provocaran su muerte, explicó que hace unos 10 días trabajaban en Santiago y hacía calor, llovió y cuando subió el vapor de la tierra Johnny se sintió mareado, se sentó en la tarima y después lo bajaron al camerino.
“Ahí se repuso, subió y tocó el último set, como que no había pasado nada”. Detalló al respecto que tomaron precauciones, lo llevaron al médico, porque en la casa casi todos son hipertensos, los médicos le colocaron un holter y le hicieron pruebas de esfuerzo.
“Precisamente ayer (miércoles) el médico le dijo a mi mamá que tenía ya todos los resultados y que el corazón de mi papá estaba como el de un niño. Solo Dios sabe lo que pasó y por qué se lo llevó. No nos podemos quejar, nos lo dejó mucho tiempo, nos lo gozamos bastante, talvez está organizando una fiesta allá arriba y lo necesitaba”, dijo.
Reiteró que su padre solo tenía una hernia discal y presión, y que aunque por un tiempo se rumoró que padecía de leucemia, nunca se enfermó de nada más.
“Fue muy saludable. En estos días tenía un régimen alimenticio, comenzaba a entrenar, porque subió de peso con la pandemia. Tenía conciertos por Estados Unidos y se estaba preparando para eso”, expresó.
Cariñoso y solidario
Para él, Ventura era cariñoso y solidario con las personas de aquí y de fuera del país, por lo que no le sorprenden las manifestaciones que muchos dieron desde diferentes latitudes.
Las palabras de afecto con las que recordará por siempre a su padre son “Papi te quiero mucho”, porque él se las decía todos los días.
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