Santo Domingo, RD
Un inmenso silencio arropaba la mañana del domingo la morada final, donde reposa el cuerpo del legendario merenguero Juan de Dios Soriano Ventura, mejor conocido como Johnny Ventura. Justo aquí un tropel había tomado la noche antes el escenario entonando sus canciones con fervor como se despiden a los grandes ídolos.
La tumba del Caballo Mayor en el Panteón Ventura Soriano, situado en el cementerio Cristo Redentor, yacía sellada, adornada con una lápida de mármol negra con sus datos y engalanada con coronas de flores, en su mayoría de rosas blancas y girasoles.
Como de costumbre, por el cementerio caminaban cabizbajos y con flores en mano algunas personas que iban o regresaban de visitar a sus familiares fallecidos.
Varios ciudadanos aprovecharon el momento y con flores y velones, a sabiendas de que el popular merenguero ya se encontraba allí, no se fueron sin decir “adiós” y visitar al cantante.
Cuando reporteros de LISTÍN DIARIO llegaron al terreno se encontraron con la señora Daisy Martínez encendiondo un velón ante la tumba del merenguero.Ella y su esposo contemplaban en silencio.
“La partida terrenal de Johnny fue dolorosa para todos los dominicanos, pero él vivirá para siempre”, decía Daisy, mientras su pareja no podía contener las lágrimas y se mantenía callado.
Ambos se trasladaron desde la Ciudad Colonial para conocer la ubicación de la tumba del artista y despedirse como debían, ya que “no pudieron participar de los actos fúnebres”.
De igual forma, don Carlos Almonte apreciaba la tumba y afirmaba que era muy fanático durante la dilatada carrera de Ventura, quien grabó 105 discos.
“Esto ha sido una pérdida muy grande para el país y la clase merenguera. No volverá a nacer otro como el Caballo Mayor, con el carisma que tenía”, relataba Almonte.
Dentro del panteón familiar, ahora la fotografía de Johnny Ventura está unida a los demás miembros de los Soriano Ventura.
Mientras pasaba el tiempo, curiosos observaban desde la distancia y preguntaban a la prensa “si ahí descansaba el merenguero Johnny”. Luego se asomaban a leer la lápida y empezaban a decir palabras sobre él, como que “era una tremenda buena persona”.
Al lado de Peña Gómez
Los restos del fallecido merenguero en el campo santo yacen justo al lado de la tumba del exalcalde y líder político José Francisco Peña Gómez (1937-1998).
En el pasado, Johnny entabló una gran amistad con él cuando fue militante durante 45 años del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
+ Primera misa
En otro sector de la ciudad, a las 11:00 de la mañana de ayer, el padre Mario de la Cruz de la Parroquia Divina Providencia ofició la primera misa del novenario por el descanso eterno de Ventura.
La iglesia, ubicada en la Calle Amiama Tió, número 50, en Arroyo Hondo, fue ambientada con los merengues del artista.
Jandy Ventura y Nelly Josefina “Fifa” Flores, viuda de Johnny Ventura, y otros familiares, recibieron el apoyo de los presentes.
Luego de la eucaristía, con el tema titulado “Jesús, la luz del mundo” danzarinas realizaron un baile en honor al cantante para rememorar que, además, Johnny era una persona fiel creyente en Dios.
Durante toda esta semana los novenarios se llevarán a cabo en horario de 6:30 de tarde en la Parroquia Divina Providencia.
+ Fundación.
Cuando concluyó la primera misa del novenario el hijo de Johnny, Jandy Ventura, confesó que se enteró por las personas que acudieron a los actos fúnebres, de las múltiples ayudas que brindaba su padre a personas de mucha necesidad, que él y su familia desconocía.
“Antes de ayer (viernes) y ayer (sábado) me di cuenta que no fueron una, ni dos las personas que se me acercaron a darme gracias, porque decían que por mi papá tenían casas, estaban graduados, tenían zapatos y muchísimas cosas que nunca él dijo, ni nunca lo hizo saber, o sea, no le interesaba (que se supiera)”, explicó.
Tienen en planes hacer una fundación para seguir haciendo la obra que “él hacía sin nosotros saber”.
Despedida. Las figuras del arte y el pueblo dominicano dieron el sábado su “último adiós” al Caballo Mayor con lágrimas sujetadas a la música, el baile y el trago en un multitudinario recorrido que tuvo lugar en el barrio de Villa Juana, localidad que vio crecer al artista, hasta llegar el cementerio Cristo Redentor, donde ahora descansa.