Por Arturo Taveras
Obras Públicas inició en el Noroeste la eliminación de los reductores de velocidad conocidos como policías acostados, por lo que las autoridades municipales y religiosas de los pueblos fronterizos se oponen a que desaparezca ese sistema de control de la marcha vehicular, porque considera que los mismos evitan accidentes y muertes.
Entre las personas que se oponen a que Obras Públicas elimine los policías acostados se encuentra el reverendo Nelson Núñez, quien considera que en ves destruir esos reductores de velocidad se debe construir otros donde sea necesario y así salvar vida.
También los alcaldes Emérito Polanco de Laguna Salada y Tato Fernández de Maizal, manifestaron por separado su oposición a que las autoridades de Obras Públicas destruyan lo que a su juicio ha sido un logro de la población tener los citados reductores de velocidad en la pista interprovincial y en las calles y avenidas de los municipios noroestanos
Ambos alcalde alegan que están a favor del pueblo que es quien ha pedido la construcción de los Policías Acostados, como una forma de evitar la ocurrencia de muertes por accidente.
En contradicción a la posición de los alcaldes de Laguna Salada y Maizal, en Montecristi se ha generado disgusto con los llamados policías acostados de laguna salada, hatillo palma, doña Antonia y Villa Vásquez, por lo que piden sean eliminados.