La recuperación económica de Europa se desaceleró en las primeras semanas de marzo después de que las sanciones económicas impuestas a Rusia y el conflicto en Ucrania interrumpieran las cadenas de suministro, debilitaran la confianza y dispararan los precios de las materias primas y la energía. Mientras tanto, la actividad empresarial de EE.UU. mostró signos de recuperación, según un reporte publicado este jueves por el periódico The Wall Street Journal.
Economistas vaticinan que, a pesar del impacto positivo que trajo para la economía europea el levantamiento de las restricciones por la pandemia del covid-19 en el sector servicios, la situación en Ucrania repercutirá cada vez más negativamente en la recuperación a medida que el alza del coste de la energía haga subir los precios al consumidor.
Acorde a S&P Global, el índice que mide la actividad en los sectores de manufactura y servicios bajó en la Eurozona de 55,5 a 54,5 en marzo, indicando una pérdida de impulso de la expansión económica.
Entre tanto, señala The Wall Street Journal, las empresas de EE.UU. informaron de un repunte en la actividad en marzo, ayudado por una recuperación en la demanda a medida que los casos de la variante ómicron de coronavirus disminuyeron.
"Una mejora en los cuellos de botella en el suministro y la contratación permitió a las empresas aumentar la producción, aunque también señalaron que la guerra en Ucrania y los cierres de China están ejerciendo una presión cada vez mayor sobre las cadenas de suministro", observó S&P Global.
Así, el índice de gestores de compras (PMI) para los proveedores de servicios de EE.UU. subió a un máximo de ocho meses, 58,9 en lo que va de marzo desde 56,5 en febrero, mientras que los fabricantes informaron de un repunte en la actividad en marzo, con el PMI llegando a 58,5, el más alto en seis meses, desde 57,3 en febrero.
Por otra parte, en Europa los precios de la energía aumentaron en los meses previos al inicio de la operación militar rusa en Ucrania y han seguido subiendo desde entonces por la preocupación de que los abastecimientos se interrumpan en los próximos meses. Numerosos países del continente que dependen en gran medida de Rusia para el suministro de energía, incluido el petróleo y el gas natural transportados a través de oleoductos, podrían verse profundamente afectados por la situación.
Aumento de costos y bajada de confianza
Asimismo, las empresas de la Eurozona registraron el mayor aumento de costos desde que el reporte de S&P comenzó a recopilar registros en 1998. El subíndice que mide los costes subió a 81,6 en marzo desde 74,8 en febrero, por encima del récord anterior de 76,0, alcanzado en noviembre de 2021.
Chist Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global, comentó que el conflicto "ha agravado las presiones de precios existentes relacionadas con la pandemia, que inevitablemente se traducirán en precios al consumidor más altos en los próximos meses".
Por otro lado, la confianza de los consumidores de la Eurozona se vio golpeada, según una encuesta publicada por la Comisión Europea, la cual registró a principios de marzo una bajada comparable a la observada cuando la pandemia irrumpió a principios de 2020.
En este contexto, el Banco Central Europeo ha disminuido su pronóstico de crecimiento económico para la Eurozona de 4,2 % a 3,7 % suponiendo que las interrupciones en el abastecimiento de energía y la confianza sean temporales y que las cadenas de suministro globales no se vean significativamente afectadas.
Sin embargo, la entidad reconoció que las consecuencias podrían ser mayores, ya que las reducciones en los abastecimientos rusos de gas natural provocarían que el incremento esperado se desacelere entre un 2,5 % y un 2,3 %.
RT