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Jeremy Arrington fue sentenciado a 375 años de prisión por tres asesinatos brutales en 2016 en Nueva Jersey, incluido el apuñalamiento de dos niños, luego de enfurecerse por un comentario en Facebook.
Arrington (32) fue condenado por la muerte de Ariel Little Whitehurst (7), Al-Jahon Whitehurst (11) y Syasia McBurroughs (23). Y también por en total atar a nueve personas en un apartamento de Hedden Terrace en Newark (NJ) el 5 de noviembre de 2016, y torturarlos y mutilarlos.
El fiscal adjunto del condado Essex, Justin Edwab, describió los actos de Arrington como “pura maldad”. Dijo que Arrington convirtió el apartamento en un “parque de diversiones”, apuñalando a una persona y luego recorriendo la unidad y haciéndolo con otros antes de regresar a cada víctima y atacarlos nuevamente. “Causó tanto dolor como pudo a esa familia”, dijo, citado por NJ.com.
Arrington apuñaló a los dos niños más de una docena de veces y le disparó fatalmente en la cabeza a McBurroughs, amiga de la familia. Otras tres personas, incluyendo la madre de los niños asesinados y unos gemelos de 13 años, fueron atacados pero sobrevivieron al ataque.
Después de un juicio de 10 días, Arrington fue condenado por 28 cargos, incluidos tres homicidios, intento de asesinato, robo, restricción criminal y delitos con armas. El juez superior Ronald D. Wigler impuso tres sentencias de 75 años por cada homicidio y tres sentencias de 50 años por los cargos de intento de asesinato.
El ahora sentenciado no será elegible para libertad condicional durante 281 años. “Cometió quizás los asesinatos más horribles, atroces, crueles y depravados que este condado jamás haya visto”, le dijo el juez. “Este caso puede ser el peor que he visto”. Wigler agregó que “no era comprensible” tratar de entender las acciones violentas de Arrington.
Arrington, quien había sido sospechoso de un tiroteo y una agresión sexual anteriores, se enojó cuando la madre de Ariel y Al-Jahon comentó en una publicación de Facebook que la policía lo estaba buscando.
Arrington conocía a la familia desde hacía mucho tiempo, aunque la naturaleza de la relación no está clara. Fue a la casa, irrumpió con un arma de fuego cargada y amarró a los que estaban adentro, cometiendo luego los crímenes.