lunes, 18 de abril de 2022

Subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5: ya fueron detectadas en 9 países y los científicos están en alerta

 


REUTERS

Ya se han confirmado más de 500 millones de casos de personas con COVID-19 desde el inicio de la pandemia y 6,1 millones de fallecimientos. Aunque está bajando el número de muertes a nivel global, la variante Ómicron del coronavirus, que causa la mayoría de los casos en la actualidad, sigue circulando en el mundo. Sus últimas subvariantes identificadas, que se llaman BA.4 y BA.5, ya fueron detectadas en nueve países y los científicos dicen que hay que vigilarlas, pero con calma.


Uno de los investigadores es el científico brasileño Tulio de Oliveira, que trabaja en Sudáfrica. Con su grupo, fue quien detectó a Ómicron en noviembre pasado. Desde entonces, primero se propagó el sublinaje BA.1 y más recientemente BA.2. Días atrás, el doctor de Oliveira anunció el hallazgo de los sublinajes BA.4 y BA.5 en su país.


De Oliveira dirige uno de los programas de vigilancia genómica del SARS-CoV-2 más potentes del mundo, en el Centro de Respuesta Epidémica e Innovación de la Universidad de Stellenbosch. Ya han revelado que las subvariantes BA.4 y BA.5 están aumentando su prevalencia en los casos de COVID-19 detectados en Sudáfrica.


El 1 de abril pasado, Eduan Wilkinson, bioinformático del equipo de de Oliveira en Stellenbosch, observó que los investigadores del laboratorio del centro y del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Johannesburgo habían señalado varias secuencias anómalas del genoma del coronavirus en su último lote de datos.


Las secuencias presentaban algunas mutaciones notables en la región del coronavirus que codifica su proteína de la Espiga. Como esa proteína es clave para que el virus invada las células, Wilkinson reconoció la necesidad urgente de buscar estas mutaciones en todos los genomas secuenciados en el país en los últimos meses para ver si habían pasado desapercibidas.


Trabajando durante el fin de semana, Wilkinson y sus colegas descubrieron que esos sublinajes estaban aumentando en su proporción en las muestras analizadas. Un mes antes, durante la primera semana de marzo, las secuencias BA.4 y BA.5 representaban alrededor del 5% de los aproximadamente 500 genomas secuenciados en Sudáfrica. En la primera semana de abril, la proporción había aumentado al 50%. En ese momento, un grupo internacional de clasificación de virus determinó que el BA.4 y el BA.5 constituían efectivamente sus propios linajes separados en el árbol genealógico de Ómicron y les dio sus nombres.