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Edward Román, oficial penitenciario de la ciudad de Nueva York, murió la madrugada de ayer después de saltar del puente Verrazzano-Narrows, y su sindicato vinculó el suicidio con el estrés que enfrentan sus funcionarios.
Román, de 38 años, estacionó su automóvil cerca del lado del puente de Staten Island y saltó justo después de las 6:30 a.m. Testigos llamaron al 911 y los buzos de la policía de Nueva York lo sacaron del agua.
Tras conocer la noticia, Benny Boscio, presidente de la Asociación Benéfica de Oficiales Correccionales (COBA), lamentó las brutales condiciones de trabajo en Rikers Island y otras cárceles de la ciudad. Y pidió al nuevo panel del alcalde Eric Adams que examina el estrés laboral en esos centros violentos.
