Fausto Miguel Cruz de la Mota, asesino del ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, andaba con su hija, Miguelina Cruz Gómez, al momento de cometer el hecho, pero esta se encontraba en el parqueo de la institución esperando a su padre.
La solicitud de medida de coerción del Ministerio Público contra Cruz de la Mota detalla que luego de cometer el crimen, el imputado salió del Ministerio de Medio Ambiente con una “calma propia del que ha materializado una conducta criminal planificada”.
Esta solicitud indica que antes de salir del Ministerio de Medio Ambiente, Cruz de la Mota llamó a su hija para que lo fuera a recoger, pero las medidas de seguridad que provocaron el tiroteo impidieron su salida de la institución, por lo que el matador procede a tomar un motor que lo dejó en la Iglesia Parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
Miguelina Cruz Gómez fue interrogada por el Ministerio Público y la Policía Nacional para explicar las razones que explicaban su presencia en Medio Ambiente.
Encontrándose el imputado en la referida parroquia, llamó en tres ocasiones a su hija para que lo fuera a recoger, situación ésta que demuestra, que Cruz de la Mota pretendía escapar de las autoridades y que se presentó a la parroquia con el objetivo de resguardarse en lo que podía ser ayudado a escapar y no así con el objetivo de entregarse a las autoridades.
El Ministerio Público establece que su entrega obedece a que inmediatamente ocurre el asesinato, se procede a montar un amplio dispositivo de seguridad, lo que el imputado sintió que desplazarse muy lejos de la escena iba a ser un riesgo y que podía ser arrestado, por lo que escoge resguardarse en la iglesia.
