El hombre que protagonizó un tiroteo este miércoles en un hospital del estado de Oklahoma (EE.UU.), en el que murieron cuatro personas, incluido un doctor, habría culpado al galeno asesinado por sus continuos dolores de espalda después de que este le practicara una cirugía, informaron las autoridades este jueves, recoge la agencia AP.
De acuerdo al jefe de Policía de Tulsa, Wendell Franklin, el agresor, que se suicidó cuando intervinieron las Fuerzas de Seguridad, habría comprado un rifle tipo AR horas antes de perpetrar la masacre.
Michael Louis, el atacante del Hospital Saint Francis (#Tulsa, #Oklahoma), mató al doctor Preston Phillips, que le había realizado una cirugía de espalda y a la doctora Stephanie Husen, a Amanda Green y a William Love.