Pavel Espaillat Curiel, quien además estudió mercadología, sufrió heridas en la cabeza y golpes contusos en diferentes partes del cuerpo cuando fue atacado por el conductor del vehículo y un grupo de hombres que llegó al lugar con la intención de lincharlo, por ser un supuesto atracador.
Tras recibir la golpiza y ser dejado por muerto, Pavel Espaillat fue conducido preso por una unidad de la Policía Nacional, esposado como si se tratara de un peligroso delincuente, conduciéndolo al destacamento policial del ensanche Bermúdez.
Tras recuperar el conocimiento, Pavel explicó que había discutido con el chofer por una disparidad de criterio ante una ofensa que recibió de parte de otro pasajero que también se transportaba en el carro de concho y que el conductor detuvo la marcha del vehículo y le pidió que se desmontara a cuya petición se negó y fue cuando se produjo un forcejeo.
‘’El chofer me sacó a la fuerza del carro y nos fuimos a los puños mientras el vocifera ‘’un ladrón, un ladrón’’, vino un grupo de gente corriendo hacia nosotros y entonces sentí que me dieron un golpe en la cabeza y otros golpes que me destrozaron el cuerpo. Perdí el conocimiento por un momento, pero me echaron agua en la cabeza y volví en sí, aunque atolondrado. Después vino la Policía y me amarraron como a un perro, me tiraron como un despojo humano en una guagua y me llevaron preso’’ sostuvo Pavel.
El conductor del vehículo, cuyo nombre se desconoce, ha dado una absurda versión del hecho a los moradores del lugar donde ocurrió alegando que un hombre desarmado como andaba Pavel intentó atracarlo, apretándolo por el cuello desde la parte trasera del vehículo, en medio un agitado tráfico, en pleno centro de un pueblo abarrotado de personas.
Además de nunca ha portado armas de fuego ni blanca, Pavel Espaillat es un profesional de la comunicación tranquilo y nunca ha tenido problemas con la justicia por comisión de delitos.
