Es mucha la pena, la mía, tener que escribir de Orlando Jorge Mera horas después de que ha sido asesinado por un malvado en gestiones de ventajas económicas aparentemente ilícitas. Y peor todavía, un malvado que tenía una larga relación de amistad con él y su familia.
Porque así son los seres humanos. A la hora de buscar dinero, la amistad y los afectos son sepultados.
Qué pena tener que escribirle unas líneas a Orlandito sobre su condición de persona honorable, un hombre de bien y deportista.
Cuando él tenía 18 años, su padre, el presidente Salvador Jorge Blanco, lo envió a los Juegos Olímpicos de Los Angeles en 1984 a tomar la experiencia deportiva más grandiosa pues allí fluyen miles de deportistas y culturas del universo.
Su edecán fue un amigo de Jorge Blanco y de la familia, ingeniero Joselin Ramos (padre de José Manuel Ramos, actual presidente de la Federación de Ecuestre).
Orlandito no fue a vivir 3 semanas en un hotel 5 estrellas. Yo era oficial de prensa de la delegación dominicana y él se quedó con nosotros en una de las habitaciones de la Universidad del Sur de California, en Los Angeles, que sirvió de villa.
De esa manera pudimos asistir a todos los eventos y también tener oportunidades de hacer nacer una amistad.
Recuerdo que una vez nos topamos con tremenda sorpresa. El grupo fue a una casa de un doctor apellido Mera (familia de Doña Asela, su madre), quien tenía par de décadas viviendo en Los Angeles. En esa casa disfrutamos una comida de bandera dominicana y como picadera de adelanto chicharrones con casabe, como los de Villa Mella.
Luego comparti con Orlandito en propaganda política en las elecciones de 1986 para apoyar a Jacobo Majluta, elecciones que fueron perdidas porque Balaguer hizo una gran marrulla. En esos tiempos también Orlando era gran colaborador con el club San Carlos, de cuyo equipo fui gerente general seis años.
Era aguilucho, gustaba del béisbol y del tenis y en los últimos tiempos amaba la carrera larga de maratón. Amante del deporte y la vida fue una buena persona, y yo lamento que le hayan quitado la vida a los 56 años de edad.
Un abrazo eterno para él y sus hijos, Orlando y Patricia, al igual que su hemana Dilia Leticia. Da mucha pena despedirlo así, tan trágicamente.
DE INTERÉS: Dice Gary Sánchez que los Yanquis deberían cambiar a Miguel Andújar para que tenga oportunidad en otro equipo. Esto es relevante partiendo del hecho de que Gary estuvo siempre en cuestionamientos en Nueva York, antes de ser cambiado a Minnesota para esta temporada. Con los Mellizos, el receptor dominicano tuvo un lento comienzo, pero en el mes de mayo y de junio está mejorando su bateo. En las redes ya han realizado como 28 cambios con Andújar, quien está en triple A. Miguel Cabrera, la estrella venezolana, estuvo el fin de semana jugando contra los Yanquis, en la barrida sufrida por su club Tigres de Detroit. Al partir, Cabrera donó una camiseta autografiada a su compatriota Gleyber Torres, segunda base de Nueva York. Un gesto amistoso de gran valor. Por cierto, los Yanquis tienen un misceláneo interesante. En los últimos 38 años son el 5to. club que gana 38 de sus primeros 54 juegos. Eso se debe a su gran comienzo con un pitcheo super cerrado y oportuna ofensiva. El zurdo Dallas Keuchel fue dejado libre por White Sox la semana pasada y ha firmado un pacto de liga menor con Arizona. En los Diamondbacks se topará con el coach de pitcheo Brent Stomm, quien desempeñó iguales funciones cuando Keuchel jugó 5 años para su club original Astros de Houston. Tal vez reviva en Arizona, aunque con White Sox su efectividad fue de 7.88. El lanzador Marcos Diplán, de los Orioles, fue remitido a triple A. En 5 juegos, Diplán tuvo efectividad de 1.59 en 5.2 innings, 8 hits. Todavía hace ruido la actitud de 5 jugadores de Tampa Bay que el fin de semana se negaron a colocar en su uniforme un logo de la comunidad LGBTQ por estar en contra de ello. ¿Qué usted opina?.
TRANSMISIONES: Casi todos los equipos de MLB tienen cadenas de transmisión en español, en radio y TV. ¿Quiénes conforman el personal?. Muchos sudamericanos, venezolanos, cubanos, mexicanos, colombianos y pocos dominicanos. ¿Qué sucede ahí? Aquí hay talento de sobra, gente que nació y conoce el béisbol.
