martes, 11 de octubre de 2022

La pandemia trajo miles de nuevos autos a NYC, pero ya no hay sitios en donde estacionarlos


 @fermartinezm


Casi todo es muy complicado en la ciudad de Nueva York. Incluso, tener un vehículo que es una ventaja en cualquier lugar del mundo, aquí se convierte en un gran problema. Lo más retador no es adquirirlo, sino resolver en dónde estacionarlo.


La pandemia de alguna manera convirtió en más “estrechas” las calles y avenidas. 


Con las vías ya construidas para ciclistas y otro segmento ocupado por sillas y mesas de restaurantes, se adiciona que miles de personas, que huyen de usar el Subway, adquirieron vehículos en los últimos dos años.


En números porcentuales, la cantidad de nuevos autos que circulan en la Gran Manzana aumentó en 224% en 2021. 


Esto significa de acuerdo al Departamento de Vehículos y Motores de Nueva York (DMV) que el año pasado, las matriculaciones de vehículos nuevos aumentaron en 579,811. En lo que va de 2022 se han matriculado otros 421,758 vehículos.


Como describe el contador mexicano, Luis García de 50 años, quien vive en Nueva Jersey y trabaja en el centro de Manhattan, todo se puede describir como una pesadilla: “Tienes un carro para evadir todos los peligros de los trenes. Y es tanto lo que tienes que sufrir para conseguir un parqueo, que terminas a veces prefiriendo usar el transporte público”.


Evadiendo las multas


Ante el laberinto del tránsito de la Gran Manzana, “parquear” el vehículo significa lidiar con la falta de espacios, maniobrar para evitar las multas y comprender cómo funcionan los parquímetros. Y más recientemente, asumir que la ciclovías restan espacios, que hace algunos años eran solo para los carros.


La experiencia de Sergio Ortega, un trabajador de la construcción mexicano, no es alentadora.



“Además de todo, por cualquier cosita, en cuestión de segundos, te pegan una multa. Por ejemplo yo trabajo muchas veces descargando materiales del carro. Y si no estás pendiente volteas y ya tienen un ticket encima. A veces tienen que pararte incluso a 10 cuadras de donde vas. Es muy complicado”, destacó el inmigrante.


Cualquier error de cálculo, como a los que se refiere Sergio, se traduce en una sanción de $65 por estacionarse en un sitio no permitido.


Por su parte, el dominicano Armando Lucero, lo describe de una manera más clara: “Hay cada día más carros y la ciudad está siendo ahora pensada para los ciclistas. Hay calles que ya eran angostas y le pusieron ciclovías. Y además de eso, le permitieron extender restaurantes en frente de las aceras. Es un caos. Para quien necesita un carro para vivir es una tortura”.


En efecto, la apreciación de este conductor que trabaja para una aplicación de taxis no es descabellada. Los cálculos técnicos apuntan que la construcción de más de 1,000 millas de carriles para bicicletas de la ciudad, solamente en Manhattan, se perdieron 2,300 lugares de estacionamiento al sur de la calle 125, detalló un informe de 6sqft.


Con la gran mayoría del millón de edificios de la Gran Manzana, sin parqueos privados, y con los costos de los estacionamientos que pueden oscilar entre $800 y $2,000 al mes, dependiendo del vecindario, buscar un “huequito” en las calles, es un desafío adicional para los propietarios de vehículos que pueden tardar horas, sin éxito, dando vueltas.