martes, 15 de noviembre de 2022

Sordos, ciegos y mudos


 El deporte se ha convertido en un verdadero cordón umbilical para una serie de “dirigentes” que se han venido lucrando en todos los sentidos, en especial en los aspectos económico y en busca de ascenso social.

Esa ha sido una práctica que no es nueva, vienen aplicándola una serie de individuos que , han sido grandes beneficiados, sin aportar absolutamente nada.


Esa y no otra, ha sido la razón por la que mucha gente que la llegado en los últimos años a la actividad deportiva, con deseos reales sinceros de aportar, se viene metiendo en los bolsillos a los oportunistas, que no habían encontrado quienes le demostraran que no se pueden seguir “alimentando” de esa actividad sin aportar nada a cambio, por el contrario, haciendo daño.


Y lamentablemente, esa es la realidad que persiste en muchísimas entidades ligadas de una u otra forma al deporte.

Incluso, hay organismos que solo existen para usufructuar recursos de diversas índoles, todos en nombre del deporte.


Esa es una realidad que no pude permanecer por más tiempo, porque se hace una necesidad imperiosa, abolir esas estructuras obsoletas, heredadas de costumbres en las que cada grupo se cree dueño, amo y señor.


Hay que admitir que esa situación enojosa podría permanecer por mucho tiempo, dado que esos “vividores” del deporte, son verdaderos “acróbatas” para siempre estar bien con todos, porque su misión es esa, mantenerse a como dé lugar, ejerciendo el oportunismo, y muchas veces hasta el chantaje, como armas de supervivencia.


RADARES.- El deceso ayer del amigo Roosevelt Comarazamy, es un golpe indescriptible a la crónica deportiva. Paz eterna a su alma.