Más de 1.450 millones de alitas de pollo consumirán los estadounidenses este domingo. Anuncios de 30 segundos por siete millones de dólares, entradas más baratas por 4.000 dólares, hoteles completamente reservados, ‘boom’ en la venta de televisores de 85 pulgadas: es el poder del Super Bowl. Empresas de hospitalidad y tecnología cuentan a EFE por qué el acto final de la NFL es mucho más que un partido.
Los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles se juegan la corona de la NFL. Pese a que el State Farm Stadium tenga aforo para 63.400 aficionados, se estima que 150.000 personas viajarán a Arizona este fin de semana. Si el ganador en el campo se conocerá este domingo, restaurantes, supermercados, hoteles y tiendas tecnológicas ya se frotan las manos por un impacto económico millonario.
Los estadounidenses gastarán 115 dólares de media por persona para ver el partido este domingo. Para sacar máximo provecho, restaurantes, bares, y los organizadores de los festivales previos al Super Bowl invierten en la contratación de cocineros y camareros extra para trabajar el fin de semana del Super Bowl, cuenta a EFE un portavoz de ‘Qwick’, empresa líder en el sector de la hospitalidad en Estados Unidos.
EFE