Un mes y nueve días han pasado desde el trágico accidente en la ciudad de México donde dos banilejos perdieron la vida en busca de lo que entendían sería un buen futuro y de lograr tener mejores condiciones de vida para sus familiares.
Ana Rosanna Zapata, de 36 años, y Yariel Alfredo Pérez, de 27, murieron luego de accidentarse el autobús en el que iban a bordo, con unos 45 pasajeros, de los cuales 17 perdieron la vida. Ambos emprendieron un viaje irregular hacia México, desde donde pretendían dirigirse hacia Estados Unidos, sin embargo, todo les salió mal.
El accidente ocurrió el 19 de febrero, hace 38 días. Las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex) solicitaron a México pruebas dactilares, debido a la negación de los familiares, quienes dudaban que los muertos correspondían a los mostrados en unas fotografías. En las imágenes los rostros de los occisos estaban desfigurados, con golpes y sangres que les dificultaba a los allegados identificarlos.
Todavía los cuerpos de Ana Rosanna y Yariel Alfredo están en México, por los que sus familiares dicen estar “desesperados” al expresar que quieren darle cristiana sepultura en el pueblo que los vio nacer.
La madre de Yariel, Santa Pérez, dice que estos días han sido llenos de angustia y de dolor. Acudió el lunes a la Cancillería de la República Dominicana, donde le informaron que los cuerpos serán traídos al país antes del viernes 31 de marzo.
Familiares sienten que “viven una pesadilla”
Los familiares de Yariel y Rosanna confirmaron que se trataban de sus familiares 15 días después del hecho, tras realizarle a ambos las pruebas dactilares en México.
Al conversar con Santa Pérez, la dama manifestó que desde el pasado 19 de febrero “viven una pesadilla” al recordar lo cariño y dedicado que siempre fue Yariel Alfredo con sus allegados.
El dolor es compartido entre los familiares de Ana Rosanna, quienes sienten que están viviendo un sueño y que en algún momento van a despertar.
El pasado 03 de marzo Diario Libre visitó las residencias de los fallecidos, donde se observaba un ambiente triste y sin consuelo por la muerte de Yariel y Rosanna.
