Luego de que Diario Libre publicara la información de que un entrenador se habría comprometido a pagar US$80 mil por un niño prospecto de 10 años que firmaría en 2029, comentaristas deportivos y ciudadanos consideraron que un acuerdo así le pone mucha responsabilidad al menor de edad y piden a los padres orientarse al respecto antes de realizar cualquier tipo de firma.
El acuerdo establecería que si el chico llega a firmar el entrenador recibiría el 50% del bono inicial.
Al respecto, el periodista deportivo Mike Rodríguez expresó, en su cuenta de Twitter, su descontento al entender que se pone mucha responsabilidad sobre el niño.
"Esto es increíble, siento mucha tristeza de los niños en mi país, le pagaron $80 mil dólares para asegurarlo a cambio del 50% de la firma cuando firme su contrato, a ponerle presión y responsabilidad a un niño de 11 años Papá Dios que estamos pagando", indicó.
"Este es un típico negocio de pignoración en el mundo del béisbol. Pagan US$80 mil por un niño prospecto de 10 años que firmaría en 2029", sostuvo.
En el aspecto jurídico, pignoración es dar algo en garantía.
Un usuario de nombre Arnulfo Jeaus se pregunta en su cuenta de Twitter: "¿y la educación escolar del niño? ¡Lo estará preparando el "entrenador" para eso también, creo personalmente que los padres tienen que pensar eso!".
Otro usuario llamado William Bisonó dijo entender que los niños deben disfrutar de su niñez.
"Si esto no es explotación infantil, la explotación infantil no existe", considera un ciudadano identificado como Danis Peña.
Otros ciudadanos consideraron que los padres de prospectos deben ser educados al respecto, porque luego que son firmados por mucho más dinero alegan que los engañaron.
El reportaje publicado en Diario Libre indica que en las últimas semanas se ha materializado un acuerdo que ilustra cómo se ha transformado la industria de desarrollar prospectos dominicanos.
Detalla el reportaje que un entrenador se habría comprometido a pagar US$80,000 a un padre para preparar, representar y llevar hasta la firma a un niño que todavía tiene 10 años.