El negocio de recauchar neumáticos se mantiene en el país como una alternativa, demandada especialmente por las industrias que tienen que incurrir en un alto gasto en compra de llantas, cuando necesitan una elevada flotilla de vehículos para operar.
En República Dominicana las recauchadoras no tienen la misma presencia que tenían para 1977, cuando existieron unos 20 establecimientos del ramo, pero las cuatro que sobreviven tienen buenas perspectivas.
Para determinar si un neumático califica o no para ser recauchado hay parámetros que se toman en cuenta. Por ejemplo, si el desgaste que tiene la goma no es adecuado, se analiza si tiene rotura, si tiene bolsa de aire en el lateral y si las pestañas están en condición. Así lo explica el gerente de Recauchadora San Martín (RSM), Manuel E. Lantigua.
De las recauchadoras existentes dos están ubicadas en la avenida Máximo Gómez, Distrito Nacional, una está en Herrera, Santo Domingo Oeste, y la otra en Santiago. Trabajan especialmente neumáticos de vehículos pesados.
Con frecuencia muchos propietarios de vehículos miden los costos en que incurren en función de los kilómetros que recorren en esas unidades o equipos.
En el caso del recauchado, Lantigua explica que si una goma cuesta, por ejemplo, 19,000 pesos y el recauchado se hace por 4,500, el dueño tiene una rentabilidad en su costo kilométrico.
“Si el propietario de la goma promedia cuántos kilómetros alcanzó cuando compró el producto nuevo, le suma los kilómetros recorridos después de recauchada y luego divide todos los kilómetros por el precio que pagó por ambas cosas, notará que hubo una reducción en el precio original”, observa el gerente de la Recauchadora San Martín.
De manera concreta, se refiere a que si una goma puede recaucharse dos veces tendrá más kilómetros recorridos, lo que indica que el propietario le sacó mayor provecho y consiguió un ahorro.
Para recauchar un neumático el primer requisito es conservarlo adecuadamente para que este, al término de la vida útil, esté en condiciones de aceptar el recauchado, soportar el trabajo y comenzar una nueva vida, sostienen los conocedores del negocio.
En las recauchadoras el proceso inicia con la inspección, una vez llegan los neumáticos.
Se comienza por identificarlos, colocando a la goma una tarjeta con un número, que es una especie de expediente con el que se da seguimiento a la pieza durante el tiempo que permanezca en el lugar.
Varios propietarios de negocios aseguran que “el trato dado por las autoridades públicas y el costo de la energía eléctrica han hecho gran daño al sector. De ahí que muchos tuvieron que cerrar y dedicarse a otra cosa”.
La RSM recaucha entre 600 y 800 gomas mensuales, se trata de una cantidad importante para ese tipo de actividad.
Tres puntos de referencia
Cuidado
Hay que prestar mucha atención
“Un buen mantenimiento a un neumático implica una adecuada presión de aire, seguir los consejos establecidos por el fabricante sobre la velocidad a la que se puede transitar con el mismo, y la carga”.
Existen quejas
Disgustados por el trato en Aduanas
Los recauchadores se quejaron porque alegadamente la Dirección General de Aduanas le está atribuyendo el mismo valor porcentual y le cobra el mismo arancel a una goma importada para ser recauchada que a una nueva.
El caso de China
Hay un punto comparativo
Las gomas chinas impactan mucho en el negocio del recauchado, indican testimonios recogidos, “porque son un punto de comparación, es decir, la gente pregunta cuánto cuesta una goma china y una recauchada”.
El suplidor
El suplidor de la materia prima usada para los recauchos es Perú. Se trata de una país donde existe una gran cultura en ese sentido. Manuel Lantigua asegura que en esa nación logran hacerle a una goma sobre tres recauches.
“Aquí escasamente se logra un segundo recauchado, por no tener como costumbre darle un mantenimiento apropiado a los neumáticos cuando son usados para que posteriormente resistan este tipo de proceso. Hay que concienciar a los usuarios sobre ese particular”, apunta.
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