El hecho de ser visitado por miles de personas diariamente es un factor que contribuye a arrabalizar cualquier espacio en este país, especialmente si se trata de la concentración de numerosas instituciones estatales que ofrecen servicios a la ciudadanía.
Es el caso del edificio Presidente Antonio Guzmán conocido popularmente como el Huacalito, réplica del Huacal de Santo Domingo, donde están establecidas más de veinte dependencias gubernamentales, como Impuestos Internos y Pasaportes, muy concurridas de público.
Mejora
Durante mucho tiempo, el Huacalito fue un arrabal, donde los buscones, los carteristas, mendigos, vendedores ambulantes y todo vago que deambulaba por la ciudad iba a parar allí a ocupar sus pasillos y el entorno, a búscarsela como pudiese.
Ese panorama sin embargo, ha ido cambiando positivamente en los últimos tiempos, notándose en primer plano con la mejoría en la higiene y también en la organización y seguridad para los que trabajan y visitan cada día alguna de las dependencias estatales. En ese aspecto, las quejas han disminuido en forma considerable en el lugar.
La nueva política e imagen en el Huacalito se inicia como la gestión del coronel del Ejército Orison Olivence Minaya y continua con la actual gestión encabezada por el mayor de ese cuerpo armado, Rafael Maldonado Maldonado, que fue asistente del anterior.
Enfrentar grupos
Para mejorar las condiciones en que se desarrollan las actividades de más de veinte instituciones del Estado, donde acuden cada dÃa centenares o miles de personas a toda clase de diligencias, fue necesario una intensa labor de reorganización y hubo que enfrentar a una gran cantidad de personas que constituían grupos en algunos aspectos cuasi mafiosos.
Según el mayor Maldonado Maldonado, en dependencias como Pasaportes, OficialÃa Civil, Ministerio de Trabajo, Impuestos Internos, se generan muchos buscones para “ayudar” a las personas a resolver problemas, que viven de esas diligencias y que en ocasiones son estafadores de los más incautos.
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