Escrito por: Domingo Bautista
Domingo Bautista nos narra en tres entregas su historia al lado de Wilfrido Vargas.
En el año 1973 me desempeñaba como auxiliar de mecanografía de la Dirección General del Impuesto Sobre La Renta, donde tuve la oportunidad de establecer una relación de amistad con un familiar muy cercano de Wilfrido Vargas llamado Milcíades García, quien era el mecanógrafo más rápido que trabajaba en la institución; imagínense 70 palabras por minutos, eso era increíble para la época.
Antes de yo laborar en el Impuesto Sobre La Renta, ya había hecho pininos en la comunicación trabajando como reportero radial de varias estaciones de la capital, entre ellas HIJB, La Voz Del Trópico y Radio Clarín; cosa ésta que me permitió tener muy buenas relaciones con muchos animadores de radio y periodistas que comenzaban a descollar como estrellas de la comunicación del país, por citar algunos, recuerdo a Rubén Camilo, Miguel Angel Herrera, Nelson Brudis, Eloy Rosa, Enrique Fernández, Francis Moya, El Bello Bello, y los periodistas Emely Tueni, Miguel Hernández, José Jiménez Belén, Mundito Espinal, Frank Natera, Don Francisco Alvarez Castellano y Joseph Cáceres, entre muchos más.
Milciades García, familiar estrecho de Wilfrido, conociendo de mis buenas relaciones con los locutores y periodistas de aquellos años le dice a Wilfrido que con él trabajaba en La Renta un muchacho muy dinámico que podía ser muy provechoso para la proyección de los Beduinos en ese proceso de despegue de la agrupación.
Ante esta recomendación Wilfrido le solicitó a su primo que me llevara a su casa del Ensanche Luperón, a la residencia de su madre doña Bienvenida. Recuerdo que Wilfrido vivía en el segundo nivel de la casa y allí conversamos de todos sus planes y proyectos. El me manifestó que quería que yo fuera su Relacionador Público para que lo promoviera con los locutores y periodistas que dominaban el ambiente en el mundo del espectáculo. Debo confesar que para mí fue el gran logro de mi sueños, porque yo solo pensaba que esta relación con la orquesta me iba a permitir mayores conquistas femeninas, no pensaba en dinero, solo que las mujeres se me iban a sobrar al trabajar con una orquesta popular. Apenas yo tenia 21 años y a esa edad los pensamientos de los jóvenes son muy aéreos. Comenzamos de inmediato nuestra labor con mucho entusiasmo y asumimos como un gran reto la oportunidad que me había llegado; contactando día y noche con locutores y periodistas, bombardeo sistemático dando informaciones sobre las actividades de Los Beduinos.
Trabajo de promoción
El trabajo de proyección que hacíamos para beneficio de Los Beduinos era vanguardista.
El cargo de Relacionador Público a nivel de orquestas se instituye en el país con Domingo Bautista, porque este título solo estaba reservado para los ejecutivos de las grandes empresas del país, por ejemplo La Golf And Western, Rosario Dominicana, Cervecería Nacional Dominicana (CND), Casa Bermúdez, entre otras.
Si revolucionarios y vanguardistas eran los trabajos musicales que hacía Wilfrido Vargas, más lo era el trabajo de proyección que nosotros hacíamos para beneficio de la orquesta de Los Beduinos. Para la época estaban de moda los Hits Parades en las emisoras de radio y nosotros en un 90 por ciento lográbamos que los discos de Wilfrido aparecieran en los primeros lugares de preferencia del público. Además, una difusión permanente durante la programación diaria de las emisoras radiales.
Otros recursos que dominábamos a la perfección eran lograr las secciones en las emisoras musicales de los segmentos: ¨Los Pronósticos, Los Futuros Éxitos, La que se va a pegar, La número 1 y Las más pegadas del momento”; para lograr esto teníamos una relación de amistad personal y profesional con la mayoría de directores de emisoras y locutores.
Recuerdo un artículo escrito en el periódico El Sol por la periodista Aleyda Fernández, (fallecida) que a insistencia mía, pese a estar indispuesta en términos de salud, aceptó participar en una actividad de la orquesta en el Hotel El Embajador y el titular decía “Los Beduinos sirven hasta para remedio”.
El gran valor de este artículo era que la periodista Aleyda Fernández no era cronista de farándula, sino una periodista de mucho peso político en el país.
A la conquista
El primer grupo que conquisté para el lado de Los Beduinos fue a todos los locutores y periodistas de la más poderosa emisora que había en el país Radio Clarín. Allí desde don Guillermo Henríquez hasta el que barría lo convertí en Wilfridista.
En algún momento Jhonny Ventura se le quejó de lo que estaba pasando en la estación en su contra a su amigo el señor Salomón Sanz, quien junto al General Nivar Seijas eran los dueños de la emisora. Yo fui en Radio Clarín un protegido de don Guillermo Henríquez, Director Artístico y el siempre bien recordado, mi maestro Danilo Domínguez.
Ya el exitoso empresario Bienvenido Rodríguez tenía el control de la más influyente emisora musical de la capital, que lo era en esos años “La conquistadora de Santo Domingo” Radio Visión, propiedad de don José Brea Peña y dirigida por el maestro de la locución Rubén Camilo.
¡Ah! Cosas de la vida, desde que tengo uso de razón, viviendo en Hincha, Moca, siempre he sido un admirador de Jhonny Ventura y el destino me coloca de frente artísticamente a mí ídolo. Creo que Dios me dio tacto y sabiduría para manejarme en esa situación, porque en los momentos más álgidos de la rivalidad entre Johnny y Wilfrido pude mantenerme en una posición de equilibrio, armonizador y de mucho respeto a la figura de El Caballo.
En algún momento dentro de la empresa de Wilfrido Vargas se me relegó porque se entendía que yo no era lo suficientemente contundente frente al sector de Johnny Ventura que nos adversaba.
Equipo grandes ligas
En el grupo de Jhonny estaban Sergio Jiménez, William Napoleón Liriano, Jesús Torres Tejeda, July Peña, El Chovy y otros más que no recuerdo. Pero además de ese equipo que administrativa y estratégicamente trabajaba con Johnny Ventura, tuvimos que enfrentar y conquistar a las mayorías de los locutores y periodistas que estaban del lado de El Caballo; en esta última parte fue que se centró mi mayor esfuerzo en conquistar para el bando de Wilfrido a la gente de los medios de comunicación.
Siempre he sostenido el criterio que en términos históricos la rivalidad artística más grande que ha tenido el país fue la de Jhonny y Wilfrido. El país se dividió entre Jhonny Venturitas y Wilfridistas.
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