Bueno, okey, uno lamenta la separación de Luz García y el General Aureliano Buendía, digo, Soto Jiménez, ex secretario de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Hjipólito Mejía, a quien se le reconocen dotes intelectuales y uno de los militares de más cultura que han pasado por la milicia dominicana.
Y aunque en la nota donde Luz García dá a conocer la separación de la pareja se pide que la prensa “trate con respeto el caso” y se eviten “especulaciones innecesarias” sobre el tema, en modo alguno ello significa que tenga uno que abstenerse de discernir sobre el asunto, habida cuenta de que se trata de dos figuras públicas.
Autocensurarse sería una actitud inaceptale de un comunicador que se respete, sin que ello signifique que se tenga que irrespetar a la pareja que anuncia su separación.
Se pudiera concluir en que muy bueno era cuando convocaban a la prensa, para publicar fotografías de su boda y de sus días felices, cuando les interesaba proyectar todas las bondades de su unión matrimonial, y que para nada ahora interese que se indague sobre las razones que han dado al traste con la bonita unión.
El asunto no deja de resultar chocante, tratándose de que de por medio está una comunicadora, conductora de un programa que siempre ha buscado dar “palos” noticiosos con la vida de otros. Hasta se entendería que ahora no le resulte agradable que le dieran “una taza de su propio chocolate”, aunque esa no es nuestra intención, en modo alguno.
Sería interesante saber a qué Luz le llama “especulaciones innecesarias’’ que deben evitarse. Por lo menos deberían enviar un manual donde se diga cuáles son las “especulaciones innecesarias”, para así uno evitarlas.
Pero bien, como son las “especulaciones innecesarias” las que Luz García no quiere, nos vamos a circunscribir a especulaciones que nosotros entendemos son “necesarias”, con las cuales no creemos que en modo alguno molestaríamos a la diva de la televisión ni al general.
RANCHO GUARAGUAO |
En el comunicado se dice que: "El convenio de separación no incluye ningún acuerdo económico entre ambos, (exceptuando cláusulas especificas conversadas entre las partes).
Bueno, si no hay “acuerdo económico” está claro que el general y Luz se casaron con una expresa separación de bienes, y Soto Jiménez no tendría entonces que repartir su millonario patrimonio, entre ellos el complejo turístico habitacional que se llama Rancho Guraguao, en Constanza.
A Luz García no le tocará ni una de las lujosas cabañas . (Creemos que al decir esto, estamos en el marco de las especulaciones “necesarias”, no “innecesarias”, que son las que no quiere Luz García).
Un detalle “paparazzi” que nos llega es que El General estaba manejando su matrimonio con Luz García como si fuera un asunto de seguridad del estado.
Que el general le tenía un guardia de chofer, guardaespaldas y una vigilancia con cámaras secretas en la casa que a juico de algunos desbordaba lo aceptable, lo cual según se dice no era del agrado de Luz García, porque se sentía como una prisionera (estamos en el plano de lo “necesario” o ya nos pasamos a una especulación “innecesaria”?. Avísame, Luz, si me pasé...)
Llegado a este punto, a propósito de la palabrita “innecesaria”, que nos ha llamado tanto la atención en el comunicado de Luz García, anunciando su separación matrimonial, vamos a finalizar tomándosela prestada en la siguiente pregunta.
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