Se proponen relanzar la entidad y someter a revisión profundas las bases de premios Casandra.
SANTO DOMINGO, 3 DE MARZO 2011.-Un grupo de miembro de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) se comprometió con motorizar un movimiento que tiene por finalidad relanzar a esa entidad y a los premios Casandra, para lo cual se decidió iniciar un proceso de consultas entre todos los afiliados.
Luego de valorar los aportes de Acroarte a la sociedad y la necesidad de preservar los premios Casandra, de ha decidido trabajar en una serie de acciones en la que participen activamente los miembros en Republica Dominicana, Miami y Nueva York.
La iniciativa, que se pondrá en marcha después del ceremonial de los premios Casandra el 22 de marzo, busca restaurar y reforzar la institucionalidad de Acroarte, para que sus decisiones sean más democráticas y transparentes, y apegadas a principios éticos y convertirla en una entidad económicamente autosuficiente.
Otra meta que se propone el movimiento es auspiciar que Acroarte someta a una revisión profunda el esquema de renglones y criterios que rigen los premios Casandra, el monitoreo de las actividades artísticas, la metodología de evaluación de los premios y el sistema de jurado y de votación para escoger a los ganadores.
Para tales fines se proponen iniciar una jornada de consultas con los miembros a los fines de que estos sean partícipes de una nueva etapa que hagan de Acroarte una entidad innovadora en todas sus acciones. Se busca la firma de un manifiesto de compromiso a promover cambios en el seno de Acroarte.
En esa tarea, los gestores del movimiento convocarán a los miembros, ex presidentes y aspirantes a presidir la entidad, a los fines de que presenten sus propuestas programáticas de cara a las elecciones a celebrarse a mediado de 2011, para que previamente haya un compromiso programático de todos los cronistas de arte alrededor de lo que debe ser el futuro de Acroarte.
La iniciativa, se dijo, busca que el proceso electoral que habrá de iniciarse pasados los premios Casandra 22 marzo, se oriente hacia un proceso creativo y participativo de sus miembros con propuestas innovadoras y no por el chisme y el “grupismo” que en ocasiones prima en entidades como Acroarte.
Recientemente, el ex presidente de Acroarte, José Tejada Gómez, envió una correspondencia a los miembros en la que expone una serie de inquietudes respecto a ese gremio que aglutina a los cronistas de arte y espectáculos de Republica Dominicana.
En la misma establecía que un grupo de miembros Acroarte), “estamos interesados en promover un proceso de renovación en el seno de nuestra entidad, para lo cual hemos resumido cinco puntos básicos que sometemos a la discusión de todos a los fines de que el proceso electoral venidero no sea solo un cambio de directiva, sino de actitud interna y de redefinición de los fines y objetivos de esta’.
Y sostiene que en conversaciones sostenidas de manera informal “hemos recogidos las justas preocupaciones sobre el futuro inmediato de Acroarte y de la necesidad de que motoricemos un compromiso institucional que permita que tales preocupaciones sean despejadas’.
La carta indica que en principio se valora el legado que ya ha aportado la entidad en sus 27 años, pero que se percibe un deterioro de la institucionalidad, inobservancia de sus reglamentos, concentración de decisiones en el Consejo Directivo, y en ocasiones en la Presidencia, derivándose de esa práctica el aislamiento y alejamiento de los miembros de las decisiones.
“Lo anterior, indica la misiva de Tejada Gómez, ha ido creando una sensación de falta de transparencia en la entidad y marcado disgusto en la membresía, y que en cierta forma ha venido influyendo en los cuestionamientos a los premios Casandra”.
Precisa que esos cronistas han coincidido que el deterioro institucional “no necesariamente ha sido el resultado de acciones maliciosas, sino más bien propias a la falta de vigilancia interna del colectivo, y probablemente, de un estilo equivocado de dirección y de una inadecuada metodología en la toma de decisiones”.
Se requiere por tanto, sumar la suficiente voluntad colectiva, de todos los miembros, para revertir tal deterioro, pero con una correcta orientación.