sábado, 16 de abril de 2011

Cuando los lambones saturan la realidad


Por Bolívar Balcacer

Hace unas cuantas horas, recibí una información clasificada que da cuenta que algunos comunicadores dominicanos que pasaron por los predios de New York esta semanana, no fueron invitados oficialmente a la actividad de Mega con relación al oscuro personaje de Alex Sensetion, y digo oscuro porque me consta el odio y la trapisonda de este contra la comunidad dominicana a la cual usa como papel de sanitario cada vez que se le antoja.

Otra cosa es que el evento del Madison no fue más que parte del pago de deuda de Felix Cabrera con la gente de la Mega F.M, el tiene horarios de tiempo contratado con el Madison y si se presentan oportunidades de saldar deudas que no puede pagar con dinero directo entonces que mejor oportunidad que salir al ruedo con este tipo de trueques, hay que decir que el evento más que de Felix era una componenda entre Alex Sensetion y Julio Mirage un personaje misterioso que circunda a Cabrera para lo que usaron el nombre de este para darle un caracter de rimbombancia a la chercha

El lambonismo de algunos periodistas desfasados ya ha llegado tan lejos, que ahora quieren llamarle el Rey Midas a Felix Cabrera cuando la realidad es otra, los que vivimos acá, sabemos cuan difícil está todo, no solo para los transeúntes de apies, sino para gente como Felix Cabrera que están con el agua al cuello, a eso se agrega que algunos personeros, que ayer veían como rey midas a Vidal Cedeño, a Jey Peña, a Carlos Gómez y a otros ya se les olvido esa camada para como el camaleón, cambiar ante su miseria en crecimiento de color y comenzar a vender la idea del nuevo rey de Brunei de New York, Felix Cabrera, si tan midas fuera, hubiese cristalizado algunas cosas que no ha podido ejecutar porque su bolsillo y su cartera no reúnen lo que los lambones quieren vender a los demás, a eso agreguemos que el caso de la Z-101 y la famosa demanda de los millones en dólares se volvió "buche y pluma no más" y con una entrevista sin repunte Bienvenido Rodríguez lo metió en un saco de vidrios ayudando en la trampa que le tendió el presidente Leonel Fernández, no podemos dejar pasar por alto que los periodistas lambones que hoy se ufanan de su cercania con Cabrera brillaron por su ausencia a raíz de la crisis con la Z-101 aplicando el principio del que hace pupú y no lo siente

Es bueno decir que algunos comunicadores dominicanos tanto de adentro como los que plagosamente vienen de Santo Domingo, acostumbrados a la postura de parásitos, a lo ultimo que están llegando es a venir a NY y pregonar que han sido invitados cuando la realidad es otra.

Pero ese lambonismo se refleja mejor en un articulo que en el 2008 escribió el amigo Enrique Cabrera Vasquez, bajo el titulo Lambonismo ideología de los oportunistas, mismo que quiero compartir con ustedes no sin antes recordarle que por mucho que se pretenda vender a un Rey midas sin futuro en tiempo de crisis. Todos sabemos de donde adolecen cada una de las mulas que relinchan detrás de la cartera de Cabrera, quien en realidad es una víctima más de la miseria que hoy sacude a la gran babel de hierro.

Lambonismo, ideología de los oportunistas

El lambonismo como arma de conquista social está tomado arraigo en la realidad social dominicana. La adulonería en extremo, a ultranza, como vehículo ex profeso para alcanzar premeditados objetivos personales, políticos y sociales, en los últimos tiempos se ha puesto de manifiesto sistemáticamente muy en boga en las relaciones sociales y humanas, las cuales han estado basadas en la demagogia y la farsa como normas de convivencia y vínculos afectivos.

Lamer o lamber a todo aquel (o aquellos) que por circunstancias coyunturales, transitorias, ha llegado a la altura social y pública se ha convertido en una constante de nuestra realidad actual.

El lambisconear a los que tienen cierto poder material o económico es una modalidad propia en los aprovechadores de ocasiones; es el arma común de los mediocres.

El lambonismo frecuentemente es utilizado por cretinos y canallas; por individuos carentes de condiciones y atributos personales para poder escalar con decencia y dignidad una posición de respeto en el escenario de la cosa pública; su estrechez mental lo impulsa a recurrir, necesariamente a lamerle su existencia de vida y presencia personal a todo aquel que considere situado en su entorno por encima de él en la escala de valores humano y social.

La lambeta como expresión cultural táctica para subsistir o para sobrevivir, ha convertido el espectro social dominicano en un inmenso vertedero social; en un vaho apestoso, constantemente enriquecido por la inmoralidad más honda, y laureado por la más repugnante cobardía.

El rendirle culto y pleitesía a la riqueza mal habida, esa surgida del narcotráfico, el robo, la estafa, el cohecho, el trafico de influencia, la corrupción administrativa, pública y privada, (esta última muy frecuente en los bancos comerciales, compañías de seguro, entre otras), así como por la indecencia y toda clase de robo, disfrazado taimadamente de mil forma, es algo muy común en este nuestro medio de mentira y engaño.

Asistimos al entierro de la honradez y la dignidad. La inversión de valores contamina y pudre el ambiente social dominicano. A las posiciones públicas ya no se llega por los méritos alcanzados en buena lid por la suma de virtudes ciudadana, sino por la capacidad de lambisquear e intrigar teniendo como norte inmediato trepar y trepar a cualquier precio y sin guardar ninguna apariencia, desconociendo todas las normas morales de la civilización y del comportamiento humano.

El lambonismo se ha acentuado con tanta fuerza cultural en las relaciones humanas y sociales que ha asumido una categoría política e ideológica

El mundo social esta bajo el dominio de lúmpenes-burgueses, lúmpenes-proletarios, lúmpenes- pequeños-burgueses; ese abanico de degenerados de seres putrefactos, parásitos sociales, miserables, seres frustrados en todos los ordenes, mantenidos, chulos, proxenetas, alcahuetes, aprovechadores inescrupulosos, egoístas patológicos, codiciosos profesionales, farsantes, envidiosos, malsanos, funestos, los llamados ladrones de cuellos blancos de la alta sociedad, delincuentes vulgares, auténticos hampones desalmados, letrinas públicas y todas clases de vividores improductivos incrustados en los diferentes estratos sociales, que mediante el contrabando, el narcotráfico y las más escandalosas prácticas corruptas, se han erigidos en los rectores o administradores públicos de nuestra convivencia institucional.

Las vizcachas humanas que nos desgobiernan vulneran todos los preceptos posibles. Disfrutan de la impunidad que le brinda el estar en el Poder social, público y económico. Compran y corrompen a las autoridades, civiles y militares. Sus nefastos tentáculos de pillaje y exterminio se sienten monstruosamente por todas partes incluyendo los medios de prensa.

La humanidad digna y conciente lo enfrenta titánicamente. Hace esfuerzo denodado por salir airosa de este vórtice de maledicencia e iniquidad que pervierte y gangrena todo lo que le rodea.

Más tarde o más temprano estos siniestros personajes serán derrotados. La seriedad y la honestidad se impondrán, y la humanidad se liberará de sus ataduras patológicas.

La conducta mediocre propio de seres recalcitrantes, inhumanos, demagogos, hipócritas, embusteros, mentirosos, calumniadores, embaucadores, rufianes, charlatanes, ladrones, farfulleros, tramposos, oportunistas, apóstata, degenerados, inmorales, criminales, asesinos, represivos, abusadores, cobardes, irresponsables, tiranos, dictadores, incumplidores, déspota, y canallas nunca podrás destruir las esencias de nuestros valores espirituales, morales y filosóficos nacidos de lo mejor del pensamiento humano universal.

El lambonismo acosa y hostiga burlonamente a quienes se niegan a sucumbir en sus redes interesadas, sus protagonistas muestran orgulloso sus logros sociales y personales, la sociedad nunca le cuestiona sus éxitos resultante de la intriga, la traición y el entreguismo desvergonzado.

No obstante, la fuerza cultural que exhibe será superada por la competencia sana, sincera, diáfana, y justa. Por el predominio de valores altruistas, nobles, humanos; por la ideología del bien sobre el mal.

Indómito es este nuestro vozarrón de decoro que se antepone enhiesto al lambonismo con caricatura ideológica que corroe el conglomerado humano que invierte los valores.

Todo no esta perdido, desde las entrañas de la descomposición surgen voces y conductas aceradas que denuncian contundentemente este cobarde, asqueroso y repugnante método tendente a trepar social y políticamente, levantado alegremente por la mediocridad inescrupulosa e indecente.

El lambonismo, recurso ruin, perverso, maldito y execrable, será barrido. Será aplastado por la honestidad; con una práctica social noble y honesta basada en la solidaridad humana y en la gratitud recíproca.

Por un mundo mejor denunciemos y enfrentemos el culto a la mentira, la demagogia, el engaño y la falsedad. Denunciemos y enfrentemos con responsabilidad y valentía los héroes de barro, los ídolos de cartón, los falsos dioses terrenales proyectados cobardemente por los lambones y seres sin escrúpulo ni conciencia.

Hasta nuestro proximo comentario