lunes, 25 de abril de 2011

De fuera vendrán



Y de fueran vinieron Chino y Nacho, Zion y Lennox, Don Omar, Dyland y Lenny, Ñejo y Dalmata, Arcangel, Víctor Manuel, Tobi Neumann y se posaron en Bávaro, Playa Dorada, Las Terrenas, Altos de Chavón, Santiago y pusieron a bailar y cantar a los dominicanos que ha pagaron 5, 6 y 7 mil pesos en habitaciones de resorts. ¿Y los de aquí donde están? ¿Dónde están los periodistas y los informadores que han vivido de los nuestros y hoy callan?

Me imagino que estarían pensando buscarse lo suyo en estas presentaciones.Algunos posiblemente se secarían el sudor con las toallas de Don Omar.

Los artistas contratados por grandes sumas de dólares no son los responsables de estos. Recordemos que decimos que hay un río caudaloso de lavado que penetra por todos los sitios, vaya usted a saber cuántos le pagarán por la contratación que incluye pasajes, dietas, hospedajes y rider y todos en dólares.

¿Quiénes son los culpables de todo esto? Se me ocurre recordar que unos de ellos es la baja y mala producción del patio. No solo soy yo que habla del descalabro del merengue, ya por fin hablan algunos periodistas y en el país del trompo han venido a ponernos a bailar con nuestra propia música porque los de aquí Uhf! …no están, ellos, nos los están diciendo en nuestra cara.

Yo no sé si a ustedes, pero a mi me incomoda, me molesta y más aun me indigna que nuestros “valores” artísticos no se hayan parado un momento a reflexionar sobre lo que se está cocinando. Hoy le está pasando al merengue, y mañana, al paso que vamos le tocara a la bachata también, que gracias a Dios tiene un gran empuje internacional por Aventura, Prince Royce y Juan Luis Guerra.

Los directores y programadores de emisoras dirán con justa razón que hay muy pocas producciones nacionales que sirvan y nosotros le responderíamos que la gran mayoría de producciones que colocan, sean nacionales o no, son de pésima calidad, alguna son degradantes, y es que de fuera vendrán y de esta casa nos echarán… ya nos han invadido… comenzaron… están aquí.

POR CHOLO BRENES