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Don José (nombre ficticio) intentó echar andar su carreta tirada por su caballo, pero el equino que utiliza para las labores de acarreos de materiales de los que se compran en ferreterías, “no respondió a este requerimiento, porque al parecer se mostraba cansado”.
No valió en nada que su amo utilizara diferentes medios para lograr que este cuadrúpedo solípedo, escuálido, maltratado por los años en servicios, con aspecto de que llevaba varios día sin ingerir suficiente maloja (hierba), “se resistió a dar unos cuantos pasos quizás a sabienda que su dueño podía propinarles algunos cuantos fuetazos para que echara andar su carreta.
En los años 60 las calles de Puerto Plata eran invadidas de carreteros que por unos cuantos pesos transportaban a domicilios cargas o compras que las personas para entonces adquirían en almacenes y ferreterías.
Pero en estos tiempos, los pocos carreteros que realizan esta actividad, apenas cargan una o dos cargas al día, mientras otros ni siquiera consiguen para comer junto a sus familias, porque a decir verdad: “la vida está más dura que un guayacán”.
Felipe Reyes, uno de los más viejo realizando este oficio de carretero, sin ningún tipo de tapujos afirmó “que la situación económica de nuestro país está de palo pá leña”.
Reyes que estas circunstancias “nos han obligado a flexibilizar nuestras tarifas cuando se trata de realizar mudanzas y acarreos”.
Reveló que apenas están cobrando por estos servicios entre RD$50.00 hasta RD$300.00, dependiendo al lugar que tenemos que llevar cualquier mudanza y la distancia a ser recorrida.
Mientras, que Osiris Díaz, gerente de una de las ferreterías donde se apostan grupos de carreteros, ponderó el trabajo que estos realizan por décadas.
Díaz sostuvo que por la crisis y el aumento de los combustibles este tipo de acarreo en más económico para “quienes utilizamos los servicios de los carreteros en Puerto Plata”.