Por Bolívar Balcacer
Al gran pensador y artista Groucho Marx dijo con sobrada razón: La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.Creo que ahí radica la postura que desde la pasada semana asumirá el empresario artístico y político oficialista Felix Cabrera.
Tendrá que justificarse muy bien ante su profesor Leonel Fernandez, ante su amiga la Primera dama, ante el partido de gobierno que tanto favores le ha concedido y ante Danilo Medina y la dirigencia del P.L.D.
José Francisco Peña Gomez decía: "El liderazgo legítimo es un don de Dios que no se compra con dinero ni se aprende en las universidades. Los estudios académicos y el dinero pueden fortalecer el liderazgo, nunca sustituirlo."
Al parecer Felix Cabrera como buen campesino cogió su macuto y cruzó el río cambiando de una manera "putona de panties" aunque diga lo contrario mañana, la realidad está reflejada en estas fotos coqueteras y traidoras aunque puede justificar que es amigo del presidente Mejia y que como fue a su negocio, le prestó atención, pero la realidad es que Felix Cabrera como buen oportunista que se ha visto ahora, está guardando la ropa en lugar seguro por si las moscas, ante los asuntos que tiene en dominicana pendientes, y donde la mano del poder está de por medio.Lo que se le olvida al empresario, es que en política los errores se pagan caro y al P.L.D. aun le queda tiempo para aplicar la ley aparte de que el presidente Fernandez es un hombre rencoroso como su mentor y guia.Ya lo dijo Jacques Benigne Bossuet : La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir. Un error político supone la pérdida de la credibilidad, y con ello la pérdida de confianza
Hipolito Mejía metió sin darse cuenta a Felix Cabrera en camisa de fuerza y él en su afan de figureo se fue solito al saco de trampas, es que al parecer está contagiado de los zopilotes del periodismo dominicano, lo mejor de todo es, que por el derrotero que camina ultimamente no tiene mucho que aportar a no ser solo su nombre, por lo demás, cerró un candado importante y de ser un taumaturgo, pasó a ser un simple alumno de Kinder con un futuro de traición sobre sus hombres.Aquí cabe aplicar pués la frase de Jean Jacques Rousseau: Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía.Creemos firmemente que Felix Cabrera en su afan desmedido de ganar tiempo y echar vainas, acaba de hacer pupú fuera del cajón
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