Dormir con la televisión encendida puede aumentar el riesgo de depresión, así lo revela un estudio realizado en Estados Unidos, que asegura que el nivel óptimo de luz que necesita el cerebro de los mamíferos para descansar es sorprendentemente bajo.

Ocho semanas más tarde, los animales que nunca dormían a oscuras habían visto modificado su estado de ánimo y desarrollado un grado de depresión.