lunes, 15 de agosto de 2011

Peinaditas para la Escuela...


POR LUISA REBECCA VALENTIN LA INFORMACION

Con el inicio de la temporada escolar, se genera además la preocupación del peinado diario que suma tiempo a la preparación cotidiana de acudir a los centros escolares luciendo un peinado adecuado, especialmente en el caso de las niñas, que son las que requieren de mayor atención en ese sentido.

Un peinado adecuado no sólo garantiza una buena apariencia, sino que propicia una mejor asimilación de los estudios. No debe ser muy ajustado que provoque dolor de cabeza, ni muy flojo que le moleste, le impida la visión o le provoque incomodidades como calor o la constante necesidad de llevar las manos al cabello para arreglarlo.

El pelo suelto no es la mejor opción, a parte de que puede provocar una apariencia descuidada, sobre todo después del recreo, resulta molesto, sobre todo si es largo, Lo más práctico son las trenzas y moños bien hechos para que no se suelten, hechos con gomas o cintas que no sean sedosas para que no se resbalen.

Pinchos o pisapelos, que no halen a la niña, para que se sienta cómoda, diseños de peinados que no le dejen una larga cola en la frente y que le impida estudiar bien, son factores que deben ser tomados en cuenta para el peinado escolar. Hay que tener en cuenta el detalle del color. Escoger accesorios de pelo que, en vez de un festival de colores, sean colores discretos o que combinen con el uniforme, es una buena idea.

El diseño del peinado puede variar, para que la niña no se aburra. El tipo de pelo es necesario observarlo. Hay niñas que pueden ser peinadas un día antes y su peinado se mantiene intacto, hasta por varios días, pero hay otras que requieren de que sea el mismo día que reciban atención en ese sentido. En cualquiera de los dos casos, cuidemos la apariencia de nuestros niños. Eso se reflejará en su adultez, creándoles inseguridad incluso y a parte de ello, debemos asistirles para que acudan dignamente a recibir educación.

Para que no se averguencen de su aspecto frente al grupo, cuando los padres o tutores le envìan despeinadas a las clases. Es un deber de los adultos.