MANHATTAN, NY.-Parecía quimérico para la televisión dominicana, lanzada hoy, a la conquista del mercado internacional, lograr la producción de un programa televisivo que vaya acorde con la calidad y los avances tecnológicos, que han estado verificándose en el país, de cara a los nuevos tiempos informáticos y digitales, con la adición de la tecnología High Definition.
Dando seguimiento a los esquemas de la producción, que se muestran en la televisión dominicana en los últimos 10 años, ha dado como resultado, la instauración de un modelo repetitivo, en la programación diaria, tanto en los espacios noticiosos, como en el entretenimiento, y entrevistas, en momento que la industria televisiva está sufriendo una transformación.
Ramón Pastrano, un hombre, una idea, una visión, un proyecto, un objetivo, a roto, con sus programas "Que Noche" y "Formalmente Informal", el estancado formato audio visual, que por década se ha reproducido en la Republica Dominicana, en donde las televisiones, no solo compiten por un mercado localista y único, sino por un mercado sin fronteras ni límites territoriales y en busca de negocio.
En los programas producidos y conducidos por Ramón Pastrano, se encuentra un nuevo concepto de la industria televisiva dominicana, que ha generado contenidos nuevos, los cuales son de alto consumo por todos los sectores y clases sociales, nacional e internacional, mostrándose como una oferta única, y distanciándose de la producción local.
Pastrano, innovador, creador y arriesgado, ha dejado a la zaga, un conjunto de reglas preestablecidas en el comportamiento añejo de la televisión dominicana, para abrazar el concepto nuevo de la comunicación internacional, activa e interactiva que proyecta el conocimiento, expresiones culturales, historia, tradiciones, política, etc., entregado al variado público, en una bandeja escenográfica espectacular.
Este gladiador de la modernidad, de la televisión dominicana a despertado en el mejor momento, cuando de mano de un empresario súper visionario de los medios comunicacionales de la estirpe de Juan Ramón Gómez Díaz, la televisión quisqueyana se ubica en el mapa del mundo, con el uso del sistema de Alta Definición en la imagen visual.
Con estos dos genios de la comunicación, nace una nueva forma de realización audiovisual que compite y, posiblemente supere en el gusto de los televidentes, y cualquier tipo de producción, realizada por otro medio visual de corte internacional, ya que los canales y programas, producido en la nación Caribeña, se han quedado en el monótono formato televisivo localista.
La Republica Dominicana, colocada en el mismo trayecto del sol, cruje como una vena rota, donde el día tiene su triunfo verdadero, como diría Don Pedro Mir, y hoy, Juan Ramón Gómez Díaz y Ramón Pastrano, se han erigidos, en esos hombres, que han arrodillado los árboles, y los han alzado contra el sol y la distancia, desafiando las leyes de la gravedad, sacando, la rebeldía y claridad a través de una programación televisiva con clase y elegancia internacional.
