miércoles, 14 de septiembre de 2011

La violencia, la delincuencia, los asesinatos, los secuestros, el narcotráfico,nos llevó la tranquilidad

POR FERNANDO PEÑA

Décadas atrás se decía que Santiago de los Caballeros les mandaba a los capitaleños los talentos, las empresas, las instituciones, los poderes del Estado, las decisiones, todo, hasta los presidentes de la República.
Muchos son los que se fueron a la capital y se quedaron.
Pero, ya Santiago no es ni sombra de lo que era ante. El desarrollo, la no planificación nos llevó la tranquilidad, el aire bueno, las marchantes, los coches y la seguridad ciudadana.
Hoy observamos una liberación desenfrenada en los jóvenes, las mujeres más emancipadas, cientos de sitios de diversión, estamos llenos de presiones políticas y sociales, con una acentuada división de clases.
Los entaponamientos de las calles nos desesperan, las bocinas de los carros, el calor de las tardes nos asfixia.
Atrás quedó el parque Duarte, como lugar de reunión de intelectuales, personas famosas de esta ciudad de los coches.
Santiago ha crecido de forma descomunal, con ello ha crecido la pobreza de sus barrios y campos, hoy somos mas de 820,000 mil habitantes, de los cuales se estiman unos 225 mil de jóvenes adultos.
Y esos jóvenes no tienen acceso a empleo, con escasas oportunidades de desarrollo humano, educación, diversión sana, etc.
Por ello la violencia, la delincuencia, los asesinatos, los secuestros, el narcotráfico que se han elevados a niveles de epidemias en la otrora ciudad mas limpia, la ciudad de los coches y el recordado Centro de Recreo.