“Las muertes de mujeres a manos de sus actuales o ex parejas es un tema que despierta indignación e impotencia y debería estar en la mirada de todo el país: del sector salud, educación justicia, ayuntamientos, la familia, absolutamente de todos los sectores.
“La violencia contra la mujer tiene sus causas en la construcción de la masculinidad agresora, en la desigualdad en que se educa a hombres y mujeres; mientras no cambiemos los patrones educativos de hombres y mujeres, la violencia seguirá manifestándose y continuaremos viendo esas cifras terribles”.
-¿Qué se está haciendo para cambiar esta mentalidad agresora?
“Las dimensiones y magnitud de dicha problemática están por encima de las acciones realizadas hasta el momento. Se habla de la educación, pero hay que ver cuál le ofrecemos a nuestros hijos. En las escuelas, por ejemplo, se separan los niños de las niñas; hay maestros que acosan a las alumnas y profesoras. Es que necesitamos que el Estado invierta en presupuestos y políticas públicas y no se queden en simple demagogias”.
- ¿Cuáles son los mitos en relación con la violencia de género?
“Nos han enseñado que los celos son una demostración de amor; lo peor es que la sociedad ve natural que un hombre sea violento. Hay que tener claro que quienes agreden no son ni locos, ni enfermos. Otro gran mito, con el que hay que tener mucho cuidado, es el que radica en la culpabilidad de la mujer. Nos matan y encima nos culpan de provocar las muertes.
“Vivimos dentro de un sistema sexista que perjudica, mayoritariamente, a las mujeres; eso no significa que no suceda con los hombres, porque estoy convencida de que la violencia también los daña a ellos”.
www.dominicanoshoy.com
