sábado, 17 de septiembre de 2011

Subsisten de profanar tumbas y monumentos


Santiago. La demanda de metales y la proliferación de negocios para el reciclaje han motivado el incremento de robos de piezas históricas, tarjas de monumentos y profanación de cementerios, donde se han llevado desde los candados hasta accesorios de nichos y capillas.

En Santiago y la región Norte, para decenas de personas, la profanación se ha convertido en un modo de vida. Aquí una libra de hierro cuesta 4 pesos con 50 centavos; una de cobre, 105 pesos; una de aluminio, 23 pesos y una de bronce, 60 pesos.

El negocio incluye también la compra y venta de baterías para inversores, las cuales se venden a 850 pesos, mientras que las de vehículos cuestan 430 pesos.

Estos precios motivan el robo de todo tipo de metal en Santiago, donde decenas de monumentos se han quedado sin la tarja de identificación, incluido el busto del presidente Antonio Guzmán, al que le robaron la placa de bronce. Igual hicieron con el monumento en honor a José María Imbert, cuya identificación consistía en letras de metal valioso que fueron sustraídas.

El caso más reciente sucedió en el municipio de Licey al Medio, donde los delincuentes se robaron unos 300 candados de los nichos, dos capillitas de las que se colocan encima de las tumbas y otras piezas, según aseguró el custodio diurno, José Antonio Osorio.

El vigilante agregó que no es la primera vez que profanan este camposanto, en el cual las autoridades locales ya han dispuesto de una vigilancia nocturna.


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