Pidió dos filetes de pollo frito, una hamburguesa triple con queso, quimbombó frito, carne asada a la parrilla, tres fajitas, una pizza de carne, una pinta de helado (473 mililitros) y una tableta de mantequilla de maní con trozos de cacahuate. Directivos de la prisión dijeron que Brewer no comió nada de eso.
HOUSTON (AP) — Los reos que esperan la ejecución en las prisiones de Texas ya no recibirán el beneficio de elegir una última cena.
El cambio de política se realizó el jueves después que un prominente senador estatal se disgustó por la solicitud bastante extensa de un hombre condenado por un caso connotado en el que la víctima murió tras ser arrastrada por un vehículo.
Lawrence Russell Brewer, quien fue ejecutado el miércoles por el homicidio de James Byrd Jr. hace más de una década, pidió dos filetes de pollo frito, una hamburguesa triple con queso, quimbombó frito, carne asada a la parrilla, tres fajitas, una pizza de carne, una pinta de helado (473 mililitros) y una tableta de mantequilla de maní con trozos de cacahuate. Directivos de la prisión dijeron que Brewer no comió nada de eso.
"Es extremadamente inapropiado dar a una persona sentenciada a muerte tal privilegio", escribió el senador John Whitmire, presidente del Comité de Justicia Penal del Senado, en una carta dirigida a Brad Livingston, director ejecutivo del Departamento de Justicia Penal de Texas.
En cuestión de horas, Livingston señaló que las preocupaciones del senador eran válidas y que la práctica de permitir a sentenciados a muerte que elijan su última comida fue cancelada.
"Con efectividad inmediata, no se harán tales facilidades", dijo Livingston. "Recibirán la misma comida servida a los otros delincuentes en su unidad", agregó.
Whitmire advirtió en su carta que si la práctica de la "elección de la última comida" no era terminada inmediatamente, buscaría un estatuto estatal para cancelarla cuando los legisladores se congreguen en la siguiente sesión legislativa.